Schoenstatt (Lunes, 21-10-2013, Gaudium Press) El Cardenal Stanislaw Rylko, Presidente del Consejo Pontificio para los Laicos, presidió el pasado 18 de octubre la apertura del Año Jubilar por el centenario del Movimiento de Schoenstatt, en Alemania. Desde ese momento hasta el 26 de octubre de 2014 se extiende el Jubileo que concluirá con las celebraciones centrales del centenario y una Audiencia con el Santo Padre en Roma, eventos para los cuales se prevé la visita de unos 10 mil peregrinos de todo el mundo.
Miles de fieles se congregaron para celebrar la apertura del Año Jubilar en Schoenstatt. Foto: Movimiento de Schoenstatt. |
El Cardenal Rylko fue el primero en ingresar al Santuario Original en Schoenstatt, como representación de los miembros del movimiento. Ya en la mañana había celebrado una Eucaristía en la Iglesia del Peregrino, tras la cual se realizó una peregrinación desde la Iglesia de la Adoración (donde se reposan los restos del fundador, P. José Kentenich) hacia el Santuario Original.
A la ceremonia a la cual asistieron unas dos mil personas se unieron espiritualmente cientos de miles de fieles alrededor del mundo. Tan sólo las celebraciones el santuario nacional de Schoenstatt en Tuparenda, en Paraguay, según informó la agencia Zenit, convocaron unos 40 mil devotos. El movimiento en Brasil reportó la unión de fieles en varias Catedrales y numerosas parroquias en todo el país.
Condiciones para obtener la indulgencia plenaria
La indulgencia plenaria podrá ser obtenida al participar en las actividades jubilares en Schoenstatt, de acuerdo a las condiciones tradicionales (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice). El beneficio se amplía a «ciertas celebraciones a ser determinadas en la ciudad de Roma y en todos los santuarios de Schoenstatt del mundo», según el Decreto de la Penitenciaría Apostólica. Para obtener este beneficio se debe realizar «algún piadoso ejercicio» o al menos dedicar «un adecuado espacio de tiempo a piadosas meditaciones concluidas con la oración del Padre Nuestro, con el Credo, y con invocaciones a la Madre Tres Veces Admirable, Reina y Victoriosa».
«Aquellos miembros de la Obra de Schoenstatt que, por enfermedad o por otras graves causas, están impedidos para participar en las celebraciones jubilares, pueden, en el mismo lugar en que se ven impedidos, obtener la Indulgencia Plenaria», explicó el Dicasterio, «a condición de un profundo desapego de todo pecado y el propósito de cumplir, apenas sea posible, las acostumbradas tres condiciones exigidas, así como unirse espiritualmente a los sagrados ritos, rezando y ofreciendo los propios sufrimientos o limitaciones a Dios misericordioso por medio de María».
Con información de Agencia Zenit y Movimiento Apostólico de Schoenstatt.
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