Beijing (Sábado, 02-11-013, Gaudium Press) Un sacerdote alemán que pasó de servir en una parroquia rural en su país a la enorme ciudad de Shanghai, China, comentó a UCANews su experiencia y las limitaciones de trabajar en un país con serias limitaciones a la libertad religiosa. Su misión es atender espiritualmente a la comunidad de alemanes que residen en China y por este motivo viaja constantemente entre Shanghai y Beijing. Si bien su trabajo es tolerado,»tendríamos dificultades si promoviéramos nuestro servicio en la comunidad china más amplia», relató a UCA News.
Pese a su reciente desarrollo económico, China continúa padeciendo violaciones a los derechos humanos y serias limitaciones a la libertad religiosa. |
«Ellos saben lo que estoy haciendo», comentó el P. Michael Bauer sobre su misión en China, donde entró con una visa de estudiante. «El asunto de la visa no es para preocuparse. Se trata simplemente de dar una apariencia. Las parroquias y yo somos tolerados mientras que nos limitemos a los cristianos suizos, alemanes y austríacos». Según el sacerdote, se llega a tolerar algún visitante chino ocasional, pero eso es el límite impuesto a su apostolado.
El P. Bauer viaja dos veces por semana, quedándose dos o tres días en cada ciudad, y ha identificado diferencias en el trato de las autoridades a la Iglesia. «Shanghai es más abierta y tolerante. Tenemos una iglesia a nuestra disposición. En Beijing la Misa Dominical se celebra dentro de la embajada alemana», describió. Sin embargo, es precisamente en Shanghai donde el Obispo Thaddeus Ma Daqin permanece recluido sin poder ejercer su ministerio por haber renunciado a cargos oficialistas en julio de 2012.
La principal diferencia de la Iglesia en China con la de su natal Alemania es la división entre las comunidades «oficial» y «subterránea». El intento de control sobre el apostolado por parte de las autoridades – en especial sobre la elección de los Obispos – motivó que una parte del clero aceptara las limitaciones impuestas para ejercer su ministerio y otra ejerciera el apostolado de manera ilegal para conservar su obediencia exclusiva a la Santa Sede. Esta situación, junto con numerosas violaciones a los derechos humanos de los creyentes fue denunciada recientemente ante las Naciones Unidas (ver noticia anterior).
Por lo pronto, El P. Bauer continúa su apostolado entre los fieles de lengua alemana en China, una iniciativa de la Conferencia de Obispos Católicos de Alemania (GCBC), que busca atender a los residentes en Japón, China, Corea del Sur, Tailandia, Singapur, Jakarta, Flores, Bangalore, Nueva Delhi y Australia. Según Mons. Peter Lang, director del Secretariado para el Extranjero de la GBCB, esta Conferencia es «la única que presta este tipo de servicio a los emigrantes».
Con información de UCA News.
Deje su Comentario