Fátima (Martes, 05-11-2013, Gaudium Press) «Secreto y Revelación», así se titula la exposición temporal que abrirá el próximo 30 de noviembre el Santuario de Fátima y que contará con una pieza de gran valor simbólico: el manuscrito de Sor Lucía con la tercera parte del secreto revelado por Nuestra Señora en junio de 1917.
Esta será la primera vez que el texto original del secreto de Fátima sea expuesto al público. El documento, que permanece en el Archivo Secreto de la Congregación para la Doctrina de la Fe desde 1957, sólo ha salido de allí en dos ocasiones: tras el atentado que sufrió el Papa Juan Pablo II en 1981 y en el año 2000 por petición del entonces Secretario de la Congregación, Tarcisio Bertone, quien lo llevó a Coimbra, Portugal, para que la hermana Lucía reconociese el manuscrito.
Para esta exposición, el Santuario mariano hizo una petición especial a la Santa Sede para poder contar con el documento. «Considerando que es una de las piezas fundamentales para el discurso museológico de la exposición -que hablará justamente de las tres partes del Secreto de Fátima-, el Santuario pidió a la Santa Sede considerar su préstamo», una solicitud que fue autorizada por el Papa Francisco el pasado 10 de junio, según explicó Daniel Marco Duarte, director del Museo del Santuario y comisario de la exposición, en rueda de prensa ocurrida a finales de octubre.
Esta exposición estará abierta al público hasta octubre de 2014.
Juan Pablo II y la tercera parte del Secreto de Fátima
Fue el beato Juan Pablo II quien decidió hacer público la tercera parte del Secreto de Fátima. Así está escrito en el documento sobre el Mensaje de Fátima de la Congregación para la Doctrina de la Fe.
«En el tránsito del segundo al tercer milenio, Juan Pablo II ha decidido hacer público el texto de la tercera parte del ‘secreto de Fátima’ (…) Tras los dramáticos y crueles acontecimientos del siglo XX, uno de los más cruciales en la historia del hombre, culminado con el cruento atentado al ‘dulce Cristo en la Tierra’, se abre así un velo sobre una realidad, que hace historia y la interpreta en profundidad, según una dimensión espiritual a la que la mentalidad actual, frecuentemente impregnada de racionalismo, es refractaria», dice el documento.
Y continúa: «Apariciones y signos sobrenaturales salpican la historia, entran en el vivo de los acontecimientos humanos y acompañan el camino del mundo, sorprendiendo a creyentes y no creyentes. Estas manifestaciones, que no pueden contradecir el contenido de la fe, deben confluir hacia el objeto central del anuncio de Cristo: el amor del Padre que suscita en los hombres la conversión y da la gracia para abandonarse a Él con devoción filial. Éste es también el mensaje de Fátima que, con un angustioso llamamiento a la conversión y a la penitencia, impulsa en realidad hacia el corazón del Evangelio».
Con información de Rome Reports y del Santuario de Fátima.
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