Belén (Miércoles, 06-11-2013, Gaudium Press) El Patriarca Latino de Jerusalén, Mons. Fouad Twal denunció en una rueda de prensa la demolición no autorizada de una residencia en la que vivía una familia de 14 personas y que es propiedad de la Iglesia. El desalojo realizado por miembros las fuerzas de seguridad israelíes ocurrió sin previo aviso a tempranas horas de la mañana del día 28 de octubre y fue seguido por la inmediata destrucción de la vivienda en la vía de Jerusalén a Hebrón, cerca del «punto de chequeo» número 300.
Las autoridades eclesiásticas evalúan los daños ocasionados por la demolición no autorizada de la vivienda. Foto: AK / Patriarcado Latino de Jerusalén. |
«No hay justificación para la demolición», denunció el Patriarca, quien advirtió que cuando «la municipalidad y el gobierno israelí realizan demoliciones y desplazan a las personas de sus hogares, estas prácticas incrementan el odio y ponen en peligro el futuro de la paz». Mons. Twal destacó la falta de consideración con los residentes legales de la vivienda. «El señor Salameh Abu Tarbush y su familia fueron tomados por sorpresa por la demolición», afirmó.
Este tipo de prácticas suelen ser justificadas por las autoridades con la presunta ilegalidad de las construcciones o su incumplimiento de las normas urbanísticas. Sin embargo, el prelado aclaró que «el terreno ha pertenecido al Patriarcado Latino mucho antes de 1967» (que es cuando se anexaron esos territorios al estado de Israel) y que el Patriarcado posee «todos los papeles legales que prueban su propiedad».
Como legítimo propietario, el Patriarcado anunció que dará a conocer el hecho en la comunidad internacional y que tomará acciones legales para obtener la reconstrucción del lugar. «Tenemos fuerza de voluntad y un espíritu de pertenencia a esta tierra de nuestros ancestros, esta tierra santa que es hogar de nuestro pasado, presente y futuro», declaró el Patriarca.
El Patriarcado Latino de Jerusalén describió las condiciones que padece la familia que residía en la vivienda y que ahora quedó sin hogar: «Su situación es ahora trágica, a campo abierto sin refugio. La Cruz Roja les provee tiendas y asistencia». La rueda de prensa organizada por la Iglesia se llevó a cabo en el lugar del hecho, frente a las ruinas de la residencia.
Con información de Patriarcado Latino de Jerusalén.
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