Ciudad del Vaticano (Jueves, 07-11-2013, Gaudium Press) La Plaza San Pedro recibió más de 80 mil personas este miércoles 06, durante la Audiencia General del Papa Francisco.
Dando continuidad a sus reflexiones, sobre la «comunión de los santos» profesada en el Credo, el Santo Padre profundizó otro aspecto: la comunión en los objetos santos, o sea, la comunión de los bienes espirituales en los sacramentos, en los carismas y en la caridad.
De acuerdo con el Pontífice, la comunión entre los cristianos crece mediante la participación en los bienes espirituales, pues, en la comunión de los Sacramentos, existe una relación profunda y efectiva entre nosotros. En ellos encontramos Cristo y a través de Él, a nuestros hermanos.
«No debemos tener miedo del Padre, porque es Jesús que encontramos en el Sacramento», dijo el Papa, usando como ejemplo la confesión.
Para él, cada encuentro con Cristo es una invitación a ir al encuentro de los otros, llevando esta salvación que se puede ver, tocar y recibir. De esta forma, explicó el Santo Padre, los Sacramentos nos llevan a ser misioneros, a llevar el Evangelio a cada ambiente, inclusive a los más hostiles.
Luego, el Papa Francisco dio énfasis a los carismas, que, según él, son predisposiciones, inspiraciones e impulsos interiores que surgen en la consciencia y en la experiencia de las personas para ser puestos al servicio de la comunidad, alentando a los fieles a «dudar de los carismas que sirven para afirmarse a sí mismos», pues los verdaderos carismas no son dados en beneficio de quien los recibe, sino para el bien de todo el Pueblo de Dios.
«Todos somos llamados a respetar los carismas en nosotros y en los otros, como nos recomendó San Pablo: ‘No apaguéis el Espíritu’ «, dijo.
Sobre la comunión en la caridad, el Pontífice reveló que debemos proponer una comunión con el prójimo, que nos lleve a entrar de tal manera en las alegrías y los dolores ajenos, para que los asumamos, con amor, sinceramente como nuestros.
Según las palabras del Papa, debemos abrirnos «a la comunión con Jesús en los sacramentos, en los carismas y en la caridad, para vivir de manera digna nuestra vocación cristiana».
Al final, recordando que el mes de noviembre es dedicado a la memoria y la oración a todos los difuntos, dijo para la multitud de fieles: «Que esos días sean para todos un estímulo a comprender que la vida tiene valor si vivida para amar a Dios y al prójimo». (LMI)
Deje su Comentario