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Fortaleza (Lunes, 11-11-2013, Gaudium Press) Dando proseguimiento al trienio de preparación para la conmemoración de los 100 años de existencia de la Arquidiócesis de Fortaleza, a las vísperas del cierre del Año de la Fe, el Arzobispo de Fortaleza, Mons. José Antônio Aparecido Tosi Marques, en su más nuevo artículo, destacó el «Año de la Esperanza» arquidiocesano.
De acuerdo con el prelado, ella, junto con las virtudes de la Fe y de la Caridad, son las llamadas «virtudes teologales», las ‘fuerzas’ de la gracia divina que es dada por Dios a los que, creyendo en Cristo, renacen por el baño bautismal.
«Virtudes, pues son fuerzas constitutivas de la acción de Dios en las personas, teologales por su origen y modo de ser divinos: son la actuación de la propia vida divina concedida a las personas humanas», dijo.
Con base en el Catecismo de la Iglesia Católica, Mons. José Antônio destacó que «las virtudes humanas se fundan en las virtudes teologales que adaptan las facultades del hombre para que pueda participar de la naturaleza divina. Pues las virtudes teologales se refieren directamente a Dios. Disponen a los cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad y tienen a Dios Uno y Trino por origen, motivo y objeto».
Acerca de las enseñanzas del Papa Emérito Benedicto XVI, sobre la vivencia de la vida en Cristo -proferidas particularmente a través de tres grandes Cartas que retrataban las virtudes teologales («Deus Caritas est – Dios es Caridad», sobre la virtud de la Caridad; «Spe Salvi – Salvados por la Esperanza», sobre la virtud de la Esperanza; y «Lumen Fidei – La luz de la Fe», sobre la virtud de la Fe, hecha con el Papa Francisco)- el Arzobispo explicó que el Santo Padre, «en su ministerio de confirmar a los hermanos en la Fe cristiana», quiere proponer a todos una renovación fundamental de la vida en el encuentro con Cristo y su seguimiento, así como en la misión que los discípulos reciben del Señor.
«La virtud de la esperanza responde a la aspiración de felicidad colocada por Dios en el corazón de todo hombre (CIC 1818)», resaltó.
Finalizando su artículo, Mons. José Antônio resaltó que la Arquidiócesis de Fortaleza seguirá el segundo año de preparación jubilar «en los pasos orientados por el Buen Pastor, a través de sus apóstoles en la misión del Evangelio para todo el mundo».
«Así el Papa Francisco envió a los jóvenes al mundo entero, con las palabras de Jesús: ‘Id y haced discípulos entre todas las naciones’ (Mt 28,19). A todos nos ha enviado para las ‘periferias existenciales’ para llevar a Jesús a quien de él tanto necesita», concluyó. (LMI)
De la redacción, con informaciones de la Arquidiócesis de Fortaleza.
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