Ciudad del Vaticano (Lunes, 11-11-2013, Gaudium Press) ¡No es esta vida la que hace referencia a la eternidad, sino que es la eternidad la que ilumina y da esperanza a la vida terrenal de cada uno de nosotros! Lo dijo el Papa Francisco este domingo ante miles de fieles en la Plaza de San Pedro antes del rezo del Ángelus. «Si miramos sólo con el ojo humano, estamos llevados a decir que el camino del hombre va de la vida hacia la muerte. Jesús vuelca esta perspectiva y afirma que nuestra peregrinación va de la muerte a la vida: ¡la vida plena! Por lo tanto la muerte está detrás, a la espalda, no delante de nosotros».
Foto: Radio Vaticano |
El Papa evangelizó a los asistentes al Ángelus Dominical usando de las figuras del evangelio del día, que relata el diálogo entre Jesús y los saduceos que negaban la resurrección.
«Jesús, siempre dócil y paciente, responde que la vida después de la muerte no tiene los mismos parámetros de aquella terrenal. La vida eterna es otra vida, en otra dimensión donde, entre otras cosas, no existirá más el matrimonio, que está ligado a nuestra existencia en este mundo. Los resucitados – dice Jesús – serán como los ángeles, y vivirán en un estado diferente, que ahora no podemos experimentar y ni siquiera imaginar. Así lo explica Jesús», afirmó el Papa.
«Nosotros estamos en camino, en peregrinación hacia la vida plena y aquella vida plena ¡es la que nos ilumina en nuestro camino! Por lo tanto la muerte está detrás, a la espalda, no delante de nosotros. Delante de nosotros está el Dios de los vivos, el Dios de la alianza, el Dios que lleva mi nombre, nuestro nombre. Como Él dijo: ‘Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob’, también el Dios con mi nombre. Con tu nombre, con tu nombre, con tu nombre, con nuestro nombre ¡Dios de lo vivos! Está la derrota definitiva del pecado y de la muerte, el inicio de un tiempo nuevo de alegría y de luz sin fin», concluyó el Pontífice.
Con información de Radio Vaticano
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