Washington (Martes, 12-XI-2013, Gaudium Press) Aunque el Ordinariato Militar de los EE.UU. atiende el cuidado catequético y pastoral de alrededor 1,8 millones de personas -entre miembros de las Fuerzas Militares, veteranos, contratistas del Departamento de Defensa, empleados del servicio civil, y sus familias, en todo el orbe- este ministerio no recibe financiamiento del gobierno federal. Es más, las colectas semanales en las capillas militares de los Estados Unidos tampoco llegan a las arcas del Ordinariato Militar, pues ellas se distribuyen de acuerdo a regulaciones de financiamiento militar.
Mons. Timothy Broglio |
Por ello, los alrededor de $5, 1 millones de dólares del presupuesto anual de este Arzobispado militar, deben ser cubiertos con donaciones privadas.
Las importantes y necesarias labores apostólicas del Ordinariato se desarrollan en 220 instalaciones militares en 29 países, 153 centros médicos y zonas de operaciones y buques de guerra. Y para realizarlas cuenta con solo 234 sacerdotes.
Entretanto, hay buenas noticias. Primero, que el número de vocaciones a las capellanías militares ha crecido en los últimos tiempos.
Desde el año 2008 el número de seminaristas ha aumentado de 7 a 36. Influye en este crecimiento un programa conjunto entre la Arquidiócesis militar y las jurisdicciones locales que hace que la formación de los capellanes militares sea compartida, de tal manera que las diócesis pagan parte del programa de formación.
«Es una alegría estar con ellos, un motivo de orgullo y una esperanza para el futuro», declaró el Ordinario militar, Mons. Timothy Broglio, sobre los seminaristas.
No obstante, y a pesar de la ayuda de las diócesis locales, la formación de cada seminarista cuesta $75.000 dólares anuales, para un total de $2,7 millones de dólares en el presupuesto.
Sin embargo, la otra buena noticia es que los obispos americanos aprobaron en el 2012 la realización de una colecta cada tres años en las parroquias de los EE.UU., para el sostenimiento del Ordinariato militar. La primera de estas colectas tuvo lugar el pasado 10 de noviembre.
Mons. Broglio no teme el desafío económico, consciente de la ayuda de la Providencia y la importancia de la labor a ser desarrollada.
Con información del National Catholic Register
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