Ciudad del Vaticano (Martes, 19-11-2013, Gaudium Press) Solamente el Señor puede salvarnos del pensamiento único globalizado, dijo el Papa Francisco, en la Santa Misa de este lunes 18, en la Casa Santa Marta, respecto al espíritu mundano.
A través de la Lectura del Libro de los Macabeos, el Santo Padre reflexionó sobre la raíz perversa del mundanismo. En la época, explicó, los jefes del pueblo no querían que Israel fuese aislada de las otras naciones y, así, abandonaron sus propias tradiciones para negociar con el rey, negociando de esta forma la fidelidad al Señor.
«Esta es una contradicción: no negociamos los valores, mas la fidelidad. Este es exactamente el fruto del demonio, del príncipe de este mundo, que nos hace avanzar con el espíritu de lo mundano».
Continuando, el Papa dijo que fue así que el pueblo se adecuó a las órdenes del rey, negociando su fidelidad. «Pero el Señor es fiel a su pueblo y nos salva de este espíritu».
«Esta gente negoció la fidelidad a su Señor; esta gente movida por el espíritu del mundo, negoció la propia identidad, negoció la pertenencia a un pueblo que Dios ama tanto, que Dios quiere como su pueblo», resaltó.
Para el Santo Padre, «aquello que nos consuela es que, delante de este camino que hace el espíritu del mundo, el camino de infidelidad, está siempre el Señor, que no puede negarse a sí mismo, el Fiel», pues «Él siempre nos espera y nos perdona cuando nosotros, arrepentidos por cualquier paso, lo buscamos».
«Con el espíritu de hijos de la Iglesia, recemos al Señor para que con su bondad, con su fidelidad nos salve de este espíritu mundano que negocia todo; que nos proteja y nos haga caminar hacia adelante, como hizo caminar a su pueblo en el desierto, llevándolo de la mano, como un padre lleva a su niño. En la mano del Señor estamos seguros», concluyó. (LMI)
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