Bogotá (Martes, 19-11-2013, Gaudium Press) El Cardenal Rubén Salazar, Presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, emitió una declaración ante la proximidad de una sentencia de la Corte Constitucional del país sobre el tema de la adoción que podría redefinir las condiciones legales actualmente requeridas por las parejas adoptantes. El purpurado recordó la importancia de preservar el derecho de los menores a tener un padre y una madre y la cualidad de la familia naturalmente constituida como el entorno adecuado para el desarrollo de los hijos.
Cardenal Ruben Salazar, Arzobispo de Bogotá. Foto: Conferencia Episcopal de Colombia. |
El Cardenal aclaró como primer punto que la Iglesia reconoce «los legítimos derechos de todos los ciudadanos, sin discriminación alguna», y defiende la dignidad de todas las personas ante Dios y ante las leyes, sin importar sus tendencias o comportamientos. «Precisamente por respeto a esa dignidad, de la que emanan todos los derechos fundamentales de la persona, que la Iglesia Católica se opone a que los niños y niñas puedan ser confiados en adopción a parejas conformadas por personas del mismo sexo», declaró el purpurado.
«En efecto, es necesario tutelar, prioritariamente, la integridad física, psicológica y moral de los menores de edad», agregó el Presidente de la CEC. «Ese es un deber inexcusable, que las instituciones del Estado deben asumir con responsabilidad e independencia frente a la creciente influencia de la ideología de género y las presiones de algunos medios de comunicación y grupos de interés».
El Cardenal Salazar recordó que la adopción es «una medida de protección al menor» y no se trata en ningún caso de «un ‘derecho’ de los adoptantes», independientemente de su identidad o comportamiento. «Plantear jurídicamente la cuestión como un «problema de discriminación», supone hacer pasar por encima de los derechos prevalentes del menor, las reivindicaciones de quienes desean adoptar».
Posteriormente, el también Arzobispo de Bogotá recordó que los menores de edad sin padres «tienen derecho a una familia, fundada en el amor y el compromiso entre un hombre y una mujer», quienes son «de sexos biológicamente distintos y complementarios», de la misma manera como los demás niños. El Cardenal señaló que este principio es también protegido por el ordenamiento legal y representa el sentir de la sociedad, que mayoritariamente respalda este reclamo.
El Cardenal Salazar solicitó que se tengan en cuenta «serias investigaciones que ponen en evidencia dudas y reservas sobre la idoneidad de las parejas homosexuales para brindar a los menores de edad un adecuado espacio de desarrollo psicoafectivo y de integración social» y advirtió que la decisión de una Corte sobre cuestiones fundamentales como la familia suplantaría «las funciones que corresponden a otros poderes del Estado, desconociendo así el principio de participación ciudadana que sustenta nuestra democracia».
El Cardenal Salazar expresó su esperanza de una decisión acertada por parte de los magistrados que decidirán la sentencia, pero declaró que, «dada la incertidumbre, es necesario mantenerse vigilantes y atentos, prontos a defender la naturaleza auténtica de la familia y los derechos de los menores de edad, para que sean eficazmente tutelados por todas las instituciones del Estado».
Con información de Conferencia Episcopal de Colombia.
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