Manila (Jueves, 21-11-2013, Gaudium Press) A los notables esfuerzos de la Iglesia en Filipinas para socorrer a los miles de damnificados por el supertifón Yolanda (Haiyán) se suma la asistencia espiritual, indispensable para la recuperación de las víctimas ante los graves sufrimientos por la pérdida de los seres queridos y los bienes materiales. Como expresión de esta ayuda, en los paquetes de bienes de emergencia que distribuye la Iglesia fueron incluidos más de 12 mil Rosarios y 10 mil Escapularios que fueron donados a la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP).
Esta es la segunda donación de este tipo en beneficio de las víctimas, después de que la organización Rosary for Life aportara 13 mil Rosarios
La Iglesia suma la dimensión espiritual a la urgente atención a las víctimas del supertifón Yolanda. Foto: Cáritas. |
tras el desastre. De igual manera la Comisión Episcopal para el Apostolado Bíblico donó mil copias de la Sagrada Biblia para las víctimas, como apoyo a la labor pastoral de emergencia desarollada por la Iglesia en las áreas afectadas.
Jennifer Hardy, vocera para Asia de la organización estadounidense Catholic Relief Service, quien personalmente trabaja en la atención a los damnificados en la provincia de Leyte, manifestó al informativo CNS su agradecimiento por la labor espiritual de la Iglesia en las zonas de desastre, «no sólo coordinando los bienes de asistencia a través de CRS o las iglesias locales, sino ofreciendo el importante cuidado pastoral».
Según la vocera, los sacerdotes dedican tiempo a escuchar a las personas y ayudarles a sobrellevar su dolor, a pesar de ser ellos mismos víctimas del desastre y tener su propio duelo. «Ofrecen esperanza a través de la fe», declaró Hardy. Los residentes se reúnen a orar con los sacerdotes «por los desaparecidos y los que han fallecido», relató. «Dicen que es para ellos un alivio estar juntos como grupo y compartir su dolor».
Hay esperanza en medio del dolor
Cardenal Theodore Edgar McCarrick celebra una Eucaristía en un templo afectado por el tifón en Palo, Filipinas. Foto: Cáritas. |
«Es en el Corazón de Jesús donde se guarda todo nuestro dolor y sufrimiento», manifestó el Cardenal Luis Antonio Tagle, Arzobispo de Manila, en una serie de reflexiones dedicadas especialmente a las víctimas de la tragedia. «Hay una respuesta a todas nuestras oraciones, hay una respuesta a todas nuestras búsquedas. A través de la voz de Jesús, Dios escuchará».
El purpurado animó a los fieles en dificultad a no perder la esperanza y continuar entregando su sufrimiento confiadamente a Dios. «Cristo no estaba solo cuando gritó «Mi Señor, mi Señor, ¿por qué me has abandonado?», agregó el Cardenal. «Él estaba dando voz al lamento de toda la humanidad. (…) Hay todavía esperanza en medio del duelo, mientras la gente busque a Dios».
Finalmente, el Cardenal exhortó a los católicos a hacer visible el rostro de Dios a quienes padecen necesidad de Él a través del testimonio cristiano y la caridad en las dificultades. «Si otros tienen dificultad en ver el rostro de Cristo, tal vez deberíamos trabajar para ser el rostro que buscan. Si no pueden escuchar las palabras del Señor, tal vez deberíamos trabajar para ser la voz que anhelan escuchar», expresó.
Con información de CBCP News y Catholic News Service.
Deje su Comentario