Novo Hamburgo (Viernes, 22-11-2013, Gaudium Press) Mons. Zeno Hastenteufel, Obispo de la Diócesis de Novo Hamburgo, en el Estado de Rio Grande del Sur, Brasil, recientemente escribió un artículo con el título «Cristo es el rey del universo». En el texto, el prelado recuerda que el domingo es cuando concluía el Año de la Fe. El explica que el Año de la Fe fue una iniciativa del entonces Papa Benedicto XVI, con el cierre previsto para la Fiesta de Cristo Rey.
De acuerdo con el Obispo, con la Fiesta de Cristo Rey fue coronado todo un año de profundización y de una concientización muy seria en torno de la Fe y de la vida cristiana. El resalta que, normalmente, el año litúrgico celebra el Misterio de nuestra Redención, a partir de la encarnación del Verbo, toda la vida pública del Señor, su pasión, muerte y resurrección, y después celebramos toda la vida de la Iglesia, hasta el encuentro definitivo, con el Señor, el Cristo vivo y resucitado, el Rey del Universo.
«Nosotros tenemos alguna dificultad para explicar este lenguaje a nuestro pueblo, porque en los días actuales, nosotros entendemos el Rey como alguien sentado en su trono, gobernando a todos aquellos que están a su alrededor, con cetro valioso, y ejerciendo un poder monárquico y vitalicio», destaca el prelado.
Entretanto, él afirma que cuando miramos la primera lectura de este domingo, encontramos la escena del libro de Samuel, en que todas las tribus de Israel vinieron a Hebrón, a la tumba de los patriarcas, para reafirmar la alianza con Dios y allí ungieron al rey David. Él también agrega que el texto de Pablo a los Colosenses nos presenta el Cristo, Salvador, como cabeza de la Iglesia y centro de toda la obra creada: «Quiso habitar en él con toda su plenitud y por él reconciliar consigo a todos los seres, los que están en la tierra y en el cielo, realizando la paz por la sangre de su cruz» (Col 1,19).
Ya el Evangelio de este domingo, resalta Mons. Zeno, nos coloca en la escena de la pasión de Jesucristo, cuando en aquel proceso de condenación, Pilatos coloca aquel letrero: «Jesús Nazareno, Rey de los Judíos». Conforme él, los judíos no querían aquellas palabras, pero Pilatos respondió: «Lo que escribí, está escrito». Y después, el ladrón de la Cruz hizo esta oración: «Jesús, acuérdate de mi, cuando entrares a tu Reino» (Lc 23, 42). Jesús no retrucó, sino respondió: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (Lc 23,43). Para el Obispo, Jesús tenía una clara conciencia de su Realeza y de su Reinado.
Por último, el prelado dice que nosotros cristianos terminamos nuestro año litúrgico prestando a nuestro justo homenaje al Cristo Rey del Universo. «Nosotros sabemos que el mundo en que nosotros vivimos y la ganancia humana no quieren dejar que Él reine, ni que tenga un día especial dentro de la semana. Nosotros queremos siempre más, tornarnos dueños del mundo y reinar sobre todas las realidades de la tierra. Pero, al menos en este último día del año litúrgico, queremos proclamar bien alto que Él es nuestro Rey y el Señor de nuestra vida», concluyó. (FB)
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