Ciudad del Vaticano (Viernes, 19-06-2009, Gaudium Press) En la Iglesia Católica, por primera vez en su historia, comienza el año jubilar para los sacerdotes católicos. El Año Sacerdotal tiene inicio hoy, el mismo día en que se celebra la Solemnidad del Santísimo Corazón de Jesús Cristo. El Papa Benedicto XVI inauguró el período durante la ceremonia de las vísperas solemnes, que presidió en la Basílica de San Pedro.
Las Vísperas comenzaron con una procesión con las reliquias de San Juan María Vianney, el Santo Cura d`Ars, patrono de los sacerdotes, cuyos 150 años de muerte justificaron la convocación del año jubilar por el Papa. Las reliquias siguieron de la Capilla de la Piedad al altar de la Confesión y de la Capilla del Coro. La procesión fue conducida por el cardenal Angelo Comastri, arzobispo de la Basílica Vaticana, por el cardenal Mons. Cláudio Hummes, prefecto de la Congregación para el Clero, y por el monseñor Guy Bagnard, arzobispo de Belley-Ars.
En la homilía de la celebración, Benedicto XVI habló sobre el significado de la Fiesta del Corazón de Jesús y del sacerdocio. Él recordó «el misterio del corazón de un Dios que se conmueve y coloca todo su amor en la humanidad. Un amor misterioso, que en los textos del Nuevo Testamento nos es revelado como inconmensurable pasión de Dios por el hombre».
«En el corazón de Jesús, está expreso el núcleo esencial del cristianismo; en Cristo, nos es revelada y donada toda la novedad revolucionaria del Evangelio: el Amor que nos salva y nos hace vivir ya en la eternidad de Dios». Todos los fieles son llamados a «abandonar nuestras seguridades humanas para confiar en él y, siguiendo su ejemplo, para hacer de nosotros mismos un don de amor sin reservas’, prosiguió el pontífice.
El Santo Padre dijo que la Solemnidad es también celebrada como un día por la santificación de los sacerdotes y es especialmente muy significativa para los padres porque «el sacerdocio es el amor del corazón de Cristo». Él destacó además que el Año Sacerdotal será para los sacerdotes una oportunidad para crecer en la intimidad con Jesús. Con el ejemplo de San Juan María Vianney, dejó un apelo a los padres de todo el mundo para «que se dejen conquistar plenamente por Cristo!»y «hacer de Cristo el corazón del mundo».
El Papa dijo también que la misión del sacerdocio es «indispensable para la Iglesia y para el mundo». Benedicto XVI habló sobre la necesidad del «estudio con una rigurosa y permanente formación pastoral» y de la «‘ciencia del amor’, que se aprende solamente en el `corazón a corazón’ con Cristo.
Según él, la importancia de la fidelidad de las «promesas sacerdotales» es incuestionable porque «también para nosotros, queridos sacerdotes, vale el reclamo a la conversión y al recurso a la Divina Misericordia, e igualmente debemos mirar con humildad la difícil e incesante demanda al Corazón de Cristo para que nos preserve del terrible riesgo de perjudicar a aquellos que debemos salvar».
La ceremonia de las Vísperas fue encerrada con la adoración eucarística.
Deje su Comentario