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Madrid (Jueves, 05-12-2013, Gaudium Press) El próximo 19 de enero la Iglesia Católica celebrará la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, evento que el próximo 2014 cumplirá 100 años. Con motivo de este evento, la Iglesia en España, desde la Comisión de Migraciones del Episcopado Español (CEE), ha dado a conocer el mensaje para el evento, que en el país europeo tendrá como tema «Emigrantes refugiados: haciendo un mundo mejor».
«En España hemos querido resaltar dicha efemérides y el servicio que ha prestado y sigue prestando (…) Con ellos y al servicio de ellos -los migrantes- ha estado nuestra Iglesia durante estos cien años. Y con ellos queremos seguir estando, compartiendo sus gozos y esperanzas, sus tristezas y angustias, acogiendo sus dones, ofreciéndoles el amor y el dinamismo liberador que nace de Jesucristo y de su Evangelio», dicen los Obispos de la Comisión Episcopal de Migraciones en la misiva.
Luego, reflexionando sobre algunas actitudes racistas o xenófobas que han surgido con los migrantes en España, los miembros de la Comisión destacan en el mensaje: «La Doctrina Social de la Iglesia, que nos recuerda los múltiples rostros de la emigración, refugiados, familias, menores, nos invita a ir más allá de una visión puramente economicista de la persona humana».
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| El próximo 2014 se conmemora el centenario de la Jornada Mundial del Migrante. |
«Se necesita el paso de una actitud defensiva y recelosa, de desinterés o de marginación (…) a una actitud que ponga como fundamento la ‘cultura del encuentro’, la única capaz de construir un mundo más justo y fraterno, un mundo mejor», agregan haciendo eco de palabras del Papa Francisco.
En otro aparte de la misiva, los prelados, retomando de nuevo palabras del Santo Padre, recuerdan que la emigración es una ocasión para la nueva evangelización: «Las migraciones, pueden dar lugar a posibilidades de nueva evangelización, a abrir espacios para que crezca una nueva humanidad, preanunciada en el ministerio pascual, una humanidad para la cual cada tierra extranjera es patria y cada patria es tierra extranjera».
Luego, subrayando que «el plan de Dios para la humanidad es un plan de comunión», los obispos ofrecen algunas sugerencias para avanzar en las vías de la comunión; como es la creación de grupos interculturales en las parroquias, «para que el que viene de fuera pueda ser acompañado respetuosamente en su proceso de adaptación, primero, y de comunión e integración después».
Asimismo, sugieren que en los ámbitos parroquiales, de la vida religiosa, de los movimientos y cofradías, se conviertan en esferas para la acogida y «para la integración armónica no solo de expresiones devocionales nuevas, sino sobre todo para la fraternidad».
Los obispos de la Comisión Episcopal de Migraciones también han dirigido algunas palabras a los españoles que, por falta de trabajo, han tenido que dejar su país: «sepan que encontrarán siempre abiertas las puertas de nuestras misiones católicas en Europa, como lo hicieron en otros momentos».
Finalmente, los prelados llaman para que se reconozca en los inmigrantes el rostro de Cristo, el rostro del hermano, y oran para «que María, emigrante forzosa en Egipto, nos ayude a hacerlo realidad e interceda por nosotros».
Con información de la CEE.
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