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Ciudad del Vaticano (Miércoles, 11-12-2013, Gaudium Press) Cuando Nuestro Señor Jesucristo se aproxima a nosotros, él siempre abre las puertas, dándonos la esperanza. Fue lo que dijo el Papa Francisco, en la mañana de este martes 10, durante la Misa celebrada en la Casa Santa Marta.
El Santo Padre afirmó que no debemos tener miedo del consuelo del Señor, pues es una consolación que nos proporciona sentir la ternura de Él.
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Para él, Dios «se hace ternura, se hace niño y se hace pequeño» para acercarse a nosotros y darnos la esperanza y la ternura.
El Pontífice, partiendo de la lectura del profeta Isaías (Is 40, 1-11), afirmó que el Señor se aproxima a su pueblo para consolarlo, para darle paz. El Señor nos consuela y todo recrea para no dejarnos perder la esperanza:
«Cuando un cristiano olvida la esperanza, o peor, pierde la esperanza, su vida no tiene más sentido. Es como si la vida fuese delante un muro: nada. Pero el Señor nos consuela y nos rehace, con la esperanza, y entonces, seguimos en frente. Yo hablo con una proximidad especial a cada uno, porque el Señor consuela a su pueblo y consuela a cada uno de nosotros».
El Santo Padre además comentó: «Es bella la manera como la lectura de hoy termina: ‘Como un pastor él hace pastar su rebaño, y con su brazo lo agrupa, lleva a los corderitos al regazo y conduce dulcemente a las ovejas-madre’: esta es la ternura. El Señor nos consuela con la ternura».
Al final de su homilía, el Papa Francisco pidió para que el Señor nos dé la gracia de no tener miedo de su consolación. «Pedidla y buscadla, porque es una consolación que nos dará la esperanza y nos hará sentir la ternura de Dios Padre», concluyó. (LMI)
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