Jerusalén (Viernes, 20-12-2013, Gaudium Press) La Navidad es la época de la alegría, particularmente para los niños, y en todo el mundo ellos ocupan por estos días un feliz lugar privilegiado. Entretanto, incluso para ellos la situación es diferente en la Franja de Gaza, azotada a mediados de este mes por fuertes tormentas de nieve y lluvias torrenciales.
Dada la escasez de recursos económicos en la franja -al atender a todos los afectados por los eventos climáticos, a lo que se suma el cierre de túneles de contrabando que llegan a Gaza desde Egipto lo que incrementa los precios de los productos de uso diario- la caja de la parroquia de la Sagrada Familia se encuentra sin fondo para organizar su fiesta anual de Navidad para los niños, afirmó Sami El-Yousef, director regional para Israel y los territorios palestinos de la Asociación de Beneficiencia Católica del Próximo Oriente. La organización Católica está buscando hacer llegar los recursos para que, entre otras actividades, estos eventos se puedan realizar. Pero no es fácil. La Navidad no ha sido fácil en Gaza.
Matthew McGarry, representante en la región de ‘Catholic Relief Services’, el servicio caritativo de la Iglesia en los EE.UU., describió la situación como muy mala.
«Hay grandes daños a la infraestructura, y no hemos sido capaces de conseguir que nuestro personal se ubique allí [en las zonas de mayor afectación] hasta hoy», dijo McGarry a ‘Catholic News Service’ el pasado 17 de diciembre. «Estamos apuntando a las familias más vulnerables». Muchas escuelas permanecen cerradas debido a los daños estructurales, agregó.
Las tormentas de nieve y lluvias, con las consecuentes inundaciones, dejaron miles de familias sin techo, alrededor de 10.000 personas evacuadas de sus hogares, y personal de hospitales viajando a atender en bote. En algunos lugares las aguas de las inundaciones sumadas a las de lluvia alcanzaron niveles de 13 pies.
Con informaciones de Catholic News Services
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