Puerto Príncipe (Lunes, 23-12-2013, Gaudium Press) Una invitación a vivir la Navidad con esperanza y a través del encuentro fraterno es la que ha hecho la Conferencia Episcopal de Haití (CEH) en su mensaje para este fin de año.
En el texto, que fue publicado en francés, los Obispos de Haití también hacen referencia al drama sociopolítico que coexiste aún en varios países, entre ellos el país caribeño, y señalan que este drama «es similar en muchos aspectos al de la tierra de Jesús», ya que «el trágico destino de nuestro pueblo está marcado por grandes sufrimientos y situaciones de conflicto que impactan la vida de los haitianos», sobre todo tras el devastador terremoto que afectó a millones en enero de 2010, y del que aún se viven las consecuencias.
Foto: Noticelam. |
Recordando que el Niño Jesús fue víctima de amenazas y de exclusión cuando José y María debieron huir a Egipto, comparan esta situación con la de muchas familias haitianas: «el Niño fue víctima de amenazas y exclusión. María y José huyeron con él a Egipto. Como él, muchas familias haitianas siguen huyendo afrontando el mar, arriesgando sus vidas cruzando la frontera, sufriendo humillación, rechazo, exclusión y la negación de sus derechos fundamentales. En sus viajes al extranjero en busca de una vida mejor se encuentran con el abuso, la degradación, la xenofobia e incluso la muerte».
Aunque el contexto de la Navidad llama a la esperanza, los Obispos haitianos también describen la difícil realidad que sigue afectando a Haití: «hoy en día, seguimos creando situaciones de desconfianza y exclusión que paralizan nuestro presente, amenazan nuestro futuro y contribuyen a enajenar nuestras relaciones con Dios, con nosotros mismos, con los demás y con el medio ambiente».
Foto: Caritas. |
Situaciones que los prelados enumeran: «Las intestinas e interminables luchas por el poder; la falta de respeto a los demás, las normas y las leyes; la crítica negativa y destructiva; la decadencia moral y la decadencia de la moral; la mala gestión y la corrupción administrativa; la polarización política, a causa de bloqueo; el aumento de la intolerancia, desprecio por los demás; la brecha abierta cada vez más entre los que tienen y los que no tienen».
Finalmente, dando una voz de aliento, lo Obispos recuerdan: «La celebración del Emmanuel, que da a las familias la oportunidad de encontrarse, tanto para nosotros los haitianos, hombres y mujeres, hijos e hijas de la misma tierra», es «la posibilidad de un encuentro fraterno para salir de nuestras noches de miedo, de desconfianza, de exclusión, de confrontación».
Con información de Radio Vaticano, Fides y Aleteia.
Deje su Comentario