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Toledo (Sábado, 28-12-2013, Gaudium Press) Tal y como se tenía previsto, se realizó este viernes por la tarde en la Catedral Primada de Toledo la Lectura continuada del Evangelio de San Juan, presidida por el Arzobispo Mons. Braulio Rodriguez Plaza y retransmitida por el Canal Diocesano de Televisión.
Fue un acto abierto a toda la Archidiócesis y previsto en el calendario del Segundo Programa Anual en el contexto del Plan Pastoral Diocesano.
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| Mons. Braulio bendice a los fieles |
Organizado por la Delegación de Medios de Comunicación y desde la Delegación de Apostolado Seglar el acto se realizó como un momento de oración y de comunión entorno a el Pastor y su obispo auxiliar. Por esta razón, la participación y presencia fue abierta a todos aquéllos que quisieron dedicar un momento en la Fiesta de San Juan Evangelista a reflexionar sobre la Palabra de Dios ayudados por las palabras de los Obispos y la lectura de los diferentes capítulos del Evangelio.
Participaron realizando la lectura de un capítulo del Evangelio de San Juan, además del Arzobispo D. Braulio Rodríguez Plaza y del Obispo auxiliar, D. Ángel Fernández Collado, el Deán de la Catedral, Mons. Juan Sánchez, el Delegado de Apostolado Seglar, D. Isaac Martín, D. Luciano Soto del Consejo de Pastoral, D. Juan Ramón Pulido de la Adoración Nocturna Española, D. José Díaz Rincón de la Acción Católica, D. José Alberto Rugeles Martínez de los Heraldos del Evangelio, D. Juan Sánchez Sánchez del Camino Neucatecumenal, D. Juan Cuervo y Dña, Gema Canorea del Movimiento de Getsemaní, D. Fran Cruz y Dña. Milagros Jiménez de los Cursillos de Cristiandad, Dña. Pilar Soriano de la Acción Católica General, D. Juan Antonio Pérez Mochales de la Adoración Perpetua, D. Hencarnado Herrada y Dña. Encarna Amores de la Acción Católica General, dos representantes del Movimiento Familiar Cristiano y dos representantes de la RadioTelevisión Diocesana.
En sus palabras iniciales el Arzobispo D. Braulio Rodríguez recordó la necesidad que los católicos tienen de leer con calma y atención el Evangelio y lo oportuno que era hacerlo de una vez completo, pudiendo hacer una lectura orante, de manera a sacar fruto para la vida personal y para la evangelización que cada uno hace en sus diversas actividades.
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