Ciudad del Vaticano (Martes, 07-01-2014, Gaudium Press) En la Fiesta de la Epifanía del Señor, celebrada por la Iglesia en este lunes 6, el Papa Francisco realizó una visita de carácter privado al pesebre en vivo de la Iglesia de San Alfonso María de Ligorio, situado en el barrio de Giustiniana, en la periferia de Roma. El pesebre era representado por alrededor de 200 personas.
La visita del Papa atiende a un pedido del Párroco de la Iglesia, Padre Darío Pompeo Criscuoli, que escribió una carta directamente al Pontífice solicitándola. El Papa estuvo acompañado por el Cardenal Vicario de la diócesis de Roma, Agostino Vallini.
Según el Padre Darío, el Santo Padre había llamado días atrás para confirmar su presencia.
«El Papa viene a confirmarnos en la Fe y decirnos que Cristo resucitó para nosotros, se interesa por nosotros; no estamos solos. Es esta la noticia que las personas quieren oír hoy. Ellas están desesperadas, no encuentran referencias. El deseo que brota de mi corazón, como párroco, es que las personas se sientan amadas por Dios, y aunque frágiles, se sientan amadas en sus debilidades», había declarado el Padre Darío.
El Papa Francisco fue recibido por un grupo de niños, que le ofrecieron un ramo de rosas blancas y una media llena de chocolates y dulces.
Después de realizar una oración de forma privada, el Pontífice saludó a enfermos, personas minusválidas y niños.
El Papa bendijo también a los «actores» que representaban a María, José y Jesús, este último un niño de dos meses bautizado con el nombre de Francisco. «Les agradezco la acogida, por su fervor Cristiano y por ese bello pesebre que hicieron», expresó.
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