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Cali (Viernes, 10-01-2014, Gaudium Press) El asesinato de Fabiola Ruiz, una empleada doméstica víctima de la delincuencia común, motivó una jornada de oración para pedir el final de la oleada de crímenes cometidos en la ciudad de Cali, Colombia. El Arzobispo Darío de Jesús Monsalve convocó personalmente a una procesión nocturna con velas encendidas desde la parroquia de la víctima hasta su casa, donde fue cometido el crimen.
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| Mons. Darío de Jesús Monsalve, Arzobispo de Cali, durante una caminata por la paz llevada a cabo en septiembre de 2013. Foto: Arquidiócesis de Cali. |
El centro de la jornada, llevada a cabo el pasado siete de enero, fue el rezo del Santo Rosario para pedir la protección de la Santísima Virgen y el fin de la violencia. El acto fue, según explicó el Arzobispo a los medios de comunicación, «una manera de decir ‘basta’ a la violencia desde nuestra fe. No nos vamos a detener, queremos involucrar a toda la comunidad para detener esta ola de violencia».
Las cifras de muertes violentas en la ciudad son alarmantes. En los primeros seis días del año ya se registraron 25 víctimas, mientras que el balance de 2013 ofrece el lamentable resultado de 1.900 asesinatos. Según la prensa local, las venganzas y las luchas entre bandas criminales son las principales causas de estos delitos.
Por este motivo la Iglesia local ya había realizado una Jornada contra el Homicidio y las Armas en diciembre, durante la cual había motivado la reflexión sobre «la prioridad de proteger la vida y sobre la urgencia de reconstruir y reparar los tejidos familiares, comunitarios y ciudadanos, según la convocatoria de la Arquidiócesis.
Con información de Arquidiócesis de Cali y Zenit.
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