Madrid (Martes, 14-01-2014, Gaudium Press) El próximo 2 de febrero, durante la Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo, la Iglesia celebrará la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. El evento, que se conmemora desde hace más de 15 años, es una ocasión para elevar una acción de gracias a Dios por el don de la vida consagrada en la Iglesia y en la humanidad, así como promover su estima en el Pueblo de Dios.
Cada año la Iglesia en España se suma a la jornada exhortando a los fieles a reflexionar y orar de un modo muy especial por quienes entregan su vida a Jesucristo y a su Iglesia. Con motivo del evento Mons. Vicente Jiménez Zamora, Obispo de Santander y Presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, ha dirigido un mensaje a los fieles españoles para que participen con su oración. «La alegría del Evangelio en la Vida Consagrada», es el tema del evento en el país europeo.
«En este día damos gracias a Dios por las Órdenes e Institutos religiosos dedicados a la contemplación o a las obras de apostolado, por las Sociedades de vida apostólica, por los Institutos seculares, por el Orden de las vírgenes, por las nuevas formas de vida consagrada», dice el presidente de la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada en el mensaje.
Y este año -como continúa exponiendo el prelado- se reflexionará de un modo especial en la alegría del Evangelio, en continuidad con la exhortación apostólica ‘Evangelii gaudium’ del Santo Padre Francisco: «‘La alegría del Evangelio llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús’. Estas son las palabras de la exhortación del papa Francisco. Entre los que se encuentran con Jesucristo están de modo especial las personas consagradas, cuya vocación se entiende plenamente desde el encuentro personal con Jesucristo pobre, casto y obediente, a quien siguen más de cerca y con radicalidad evangélica».
Al respecto, Mons. Jiménez Zamora continúa: «La alegría de los miembros de vida consagrada nace de Dios, que es la fuente de la verdadera alegría. La alegría en la vida consagrada procede de la fe, que a su vez proviene de la acogida de la Palabra de Dios (…) Las personas consagradas viven la alegría de su vocación, desde la consagración a Dios, la comunión fraterna y la misión evangelizadora en la profunda unión y amistad con Jesucristo en su vida diaria, siendo reflejo del Amor a Dios».
En el mensaje, el prelado también dice que la alegría cristiana se manifiesta en el sacrificio de la cruz: «la alegría cristiana es siempre una alegría crucificada, que pasa por la cruz y culmina en la resurrección. A la alegría se opone la tristeza, no la cruz, que es signo de amor».
Finalmente, Mons. Jiménez Zamora ora para que la Virgen María guie a todos, tal como ella lo hizo, en la alegría verdadera que trae el seguimiento de Jesucristo. «Que ella sostenga y acompañe a las personas consagradas en su vocación, protegiendo con su maternidad la consagración, comunión y misión de cada uno de nuestros hermanos y hermanas de la vida consagrada».
La Jornada Mundial de Vida Consagrada se viene celebrando cada 2 de febrero desde 1997, siendo instaurada por el Beato Juan Pablo II. Desde entonces, la Iglesia en España se une a esta conmemoración por medio de varios actos religiosos, entre ellos la renovación de la consagración en el seguimiento de Cristo y en la misión de la Iglesia de los miembros de los Institutos de Vida Consagrada.
Con información de la Conferencia Episcopal Española.
Deje su Comentario