Ciudad del Vaticano (Martes, 14-01-2014, Gaudium Press) En la oración del Ángelus de este domingo 12, los millares de fieles y peregrinos reunidos en la Plaza San Pedro acompañaron la locución dominical del Papa Francisco, que recordó la fiesta litúrgica del Bautismo del Señor.
Antes de proferir la oración mariana del Ángelus, el Santo Padre había bautizado 32 niños en la Capilla Sixtina, en el Vaticano.
El Pontífice, entonces, comentó sobre el Sacramento del Bautismo: «Todo niño que nace es un don de alegría y de esperanza; todo niño bautizado es un prodigio de la Fe y una fiesta de la familia cristiana».
Al citar el pasaje del Evangelio, cuando Juan Bautista bautizaba a Jesús, el Papa afirmó que, mientras el apóstol realizaba el acto «los cielos se abrieron», como un saludo de las profecías:
«Si los cielos permanecen cerrados, nuestro horizonte, en esta vida terrena, también es oscuro, sin esperanza. Al revés, con la celebración de la Navidad, la Fe nos da, más una vez, la certeza de que los cielos se abrieron con la venida de Jesús. En el día del Bautismo de Cristo, contemplamos, nuevamente, los cielos abiertos», explicó.
Todavía de acuerdo con el Santo Padre, con el nacimiento de Jesús a través del Bautismo, «los cielos se abrieron» y «Dios nos dio, en Cristo, la garantía de un amor indestructible», pues desde que el Verbo se hizo carne, «todos nosotros pudimos ver los cielos abiertos».
«Tenemos esta oportunidad si nos dejamos invadir por el amor de Dios, que nos es dado, por primera vez, por el Bautismo, por medio del Espíritu Santo».
«¿Ustedes no creen que en nuestro tiempo precisamos de un suplemento de compartir fraterno y de amor? ¿Ustedes no creen que precisamos de un suplemento de caridad?», indagó.
Luego, el Pontífice respondió que necesitamos de la caridad «que comparte y sobrelleva con los incómodos y los sufrimientos de los hermanos».
«¡Cuánto es bella la vida cuando se deja inundar por el amor de Dios!»
Al final de su discurso, el Papa dirigió un pensamiento especial a los padres que están preparando a sus hijos para recibir el Sacramento del Bautismo, pidiendo al Señor para que la administración del Sacramento pueda ayudarlos a redescubrir la belleza de la Fe. (LMI)
Deje su Comentario