Bangui (Miércoles, 15-01-2014, Gaudium Press) República Centroafricana. Lo que acontece en este país sin costas del África Central, antigua colonia francesa, no es claro en muchas facetas, y sin embargo crecientemente preocupante. Tanto así, que el propio Papa Francisco, en la reunión a inicio de año que sostiene con el Cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, aludió al conflicto en el que está sumergido el país.
«Mi pensamiento se dirige especialmente a la República Centroafricana, cuya población sufre a causa de las tensiones por las que el país atraviesa, y que repetidamente han sembrado destrucción y muerte. Mientras aseguro mi oración por las víctimas y por los numerosos desplazados, obligados a vivir en condiciones de indigencia, espero que la implicación de la comunidad internacional contribuya al cese de la violencia, al restablecimiento del Estado de derecho y a garantizar el acceso de la ayuda humanitaria también a las zonas más remotas del país. La Iglesia católica, por su parte, seguirá asegurando su propia presencia y colaboración, esforzándose con generosidad para proporcionar toda ayuda posible a la población y, sobre todo, para reconstruir un ambiente de reconciliación y de paz entre todos los componentes de la sociedad», expresó el Pontífice.
Sobre la configuración religiosa de la población, unos calculan que el 50% de los alrededor de 4.5 millones de habitantes es conformado por cristianos de diferentes denominaciones, el 35% tiene creencias nativas, de tipo animista, y el 15% es islamista. Sin embargo, otras estimaciones, basadas en el censo del 2003, afirman que los cristianos son el 80% (29% son católicos), los musulmanes un 10% y los animistas un 10%.
Durante el último año el país se ha sumergido en conflictos violentos, que tienen como protagonistas, entre otros, a milicias radicales musulmanas, muy probablemente con apoyos de milicias similares de países vecinos, y los grupos armados «d’Anti-Balaka», surgidos particularmente de comunidades cristianas. Fuentes cristianas acusan al anterior gobierno del ex-presidente Michel Djotodia, hoy refugiado en Benin -y quien anunció su demisión el pasado viernes- de apoyar subrepticiamente a las milicias musulmanas.
En la actualidad, el país -en medio de una situación bastante inestable- se encuentra dirigido por un Consejo Nacional de Transición, que ha convocado para el próximo sábado la elección de un presidente interino, a la espera de elecciones formales probablemente para el 2015. «Nos hemos puesto de acuerdo en una agenda, que prevé la presentación de las candidatos para el jueves [mañana] y una elección el sábado», declaró una fuente anónima del Consejo al periódico francés Le Figaro. Aseguró también la fuente que hoy sería establecida de forma definitiva esa agenda para la próxima elección de gobernante interino.
El pasado 5 de diciembre, y ante el peligro de una violencia generalizada que se fuese asimilando al genocidio de Ruanda, Francia envió tropas con intención pacificadora. Entretanto, según declaró el pastor Antoine Mbaobogo, presidente de la Cruz Roja centroafricana, desde esa fecha hasta hoy «en Bozoum, en el noroeste, la Cruz Roja ha contado 97 muertos, 107 heridos, y 14.000 desplazados», precisando que se trataba en su mayoría de civiles.
Tras la alocución pontificia del lunes a los diplomáticos, el mundo está cada vez más atento al desarrollo de los acontecimientos de esa rica en recursos, pero pobre república africana.
Gaudium Press / S.C.
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