Ciudad del Vaticano (Viernes, 17-01-2014, Gaudium Press) El mensaje del Papa Francisco para el 51º Día Mundial de Oración por las Vocaciones, que será celebrado el próximo 11 de mayo, IV Domingo de Pascua, fue publicado este jueves, día 16 de enero.
Con el tema «Vocaciones, testimonio de la verdad», el Pontífice, al inicio del texto, reflexionó un pasaje del Evangelio, cuando «Jesús recorría las ciudades y las aldeas. Contemplando la multitud, se llenó de compasión por ella, pues estaba cansada y abatida, como ovejas sin pastor». Y entonces, dijo a sus discípulos: «La cosecha es grande, pero los trabajadores son pocos. Rogad, por tanto, al Señor de la cosecha para que envíe trabajadores a su cosecha» (Mt 9, 35-38).
El Santo Padre dijo que, «de lo íntimo de nuestro corazón, brota, primero, la admiración por una cosecha grande que solo Dios puede conceder; después, la gratitud por un amor que siempre nos precede; y, por último, la adoración por la obra realizada por Él, que requiere nuestra libre adhesión para actuar con Él y por Él».
«Por eso, todos somos llamados a adorar a Cristo en lo íntimo de nuestros corazones (cf. 1 Ped 3, 15), para dejarnos alcanzar por el impulso de la gracia contenido en la semilla de la Palabra, que debe crecer en nosotros y transformarse en servicio concreto al prójimo.»
El Papa cree que no debemos tener miedo, pues Dios acompaña, con pasión y pericia, la obra salida de sus manos, en cada estación de la vida. «¡Él nunca nos abandona! Tiene a pecho la realización de su proyecto sobre nosotros, pero pretende conseguirlo contando con nuestra adhesión y nuestra colaboración», explicó.
Prosiguiendo, el Pontífice afirmó que «también hoy Jesús vive y camina en nuestras realidades de la vida ordinaria, para aproximarse a todos, comenzando por los últimos, y curarnos de nuestras enfermedades y males».
«Me dirijo ahora a aquellos que están dispuestos justamente a ponerse a la escucha de la voz de Cristo, que resuena en la Iglesia, para comprender cuál pueda ser su vocación».
Al final del mensaje, el Papa Francisco pidió a los fieles que «dispongamos, pues, nuestro corazón para que sea ‘una tierra buena’ a fin de oír, acoger y vivir la Palabra y, así, dar fruto», pues «cuanto más sabemos unirnos a Jesús por la oración, la Sagrada Escritura, la Eucaristía, los Sacramentos celebrados y vividos en la Iglesia, por la fraternidad vivida, tanto más ha de crecer en nosotros la alegría de colaborar con Dios en el servicio del Reino de misericordia y verdad, de justicia y paz». (LMI)
Deje su Comentario