El Cairo (Viernes, 17-01-2014, Gaudium Press) El P. Rafiq Greiche, Vocero de la Iglesia Católica en Egipto, relató a Asia News el ambiente que se ha vivido en el país durante las votaciones que pusieron a consideración del pueblo la aceptación o rechazo de una nueva Constitución. El sacerdote expuso que mientras los medios de comunicación internacionales suelen señalar el progresivo triunfo del «sí» como una victoria de los militares, es en realidad un voto «primariamente en contra del extremismo religioso, la sharia (ley islámica) y los intentos de los Hermanos Musulmanes de islamizar la sociedad».
P. Rafiq Greiche, Vocero de la Iglesia Católica en Egipto. Foto: Norbert Kossmeier. |
Las votaciones comenzaron en medio de un clima de inestabilidad, en el cual se militarizaron las calles y se registraron varios ataques a lo largo del país. A pesar de esto, el porcentaje de votantes registró un 55 por ciento, muy por encima del 33 por ciento que se expresó cuando se aprobó la constitución de diciembre de 2012, de carácter islámico más radical. «La más amplia votación muestra un desafío en contra de las amenazas», explicó el vocero, «una señal de que la población tiene confianza en la democracia». Para el momento de la declaración del vocero, se había establecido que aproximadamente un 98 por ciento de los electores apoya la nueva constitución.
Los cristianos acudieron a pesar de la oleada de ataques en su contra tras la caída del gobierno del presidente Mohamed Morsi (ver noticia anterior) y a recientes hechos de violencia anticristiana. Según el P. Rafiq, la nueva constitución incluye más ventajas para las minorías, establece la libertad de religión y solicita una ley para que los cristianos puedan construir sus propios lugares de culto. El Islam continúa siendo la religión oficial del estado.
Otro sector de la población que participó con mayor intensidad fue el femenino. «Estoy impresionado por el gran salida de mujeres» (a votar), refirió el vocero. Ellas, señaló, «estaban hace algunos meses, bajo el gobierno Morsi, en grave peligro de opresión». La nueva constitución determina la igualdad de oportunidades para hombres y mujeres en la sociedad egipcia.
A pesar de las mejoras que introduce el texto, la aprobación de la constitución es el primer paso de un proceso que debe continuar, explicó el sacerdote. El gobierno que asuma el poder en el futuro «deberá transformar en leyes lo que está consagrado en la constitución y satisfacer las demandas de la población», afirmó el P. Rafiq. «Si esto no sucede, nos encontraremos con otro texto útil únicamente para guardarlo en las bibliotecas».
Con información de Asia News.
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