Concepción (Martes, 21-01-2014, Gaudium Press) Bajo el lema «Remen mar adentro y echen las redes…, en Cristo la vida es abundante», más de 500 mil peregrinos asistieron durante el fin de semana y el lunes 20 al Santuario de Yumbel, en el Sur de Chile, para participar de la Solemnidad de San Sebastián.
Ante la masiva presencia de fieles devotos, el Arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomalí, manifestó durante la Eucaristía Central de la jornada su alegría por el gran testimonio de fe y piedad popular que cada año los peregrinos muestran al país entero, al recordar el ejemplo de santidad del joven mártir Sebastián.
Mons. Chomalí reparte la comunión entre los fieles |
«Quisiera saludar, de modo muy especial, a aquellos que han venido de lejos. Son muchos los que han viajado toda la noche para estar aquí este 20 de enero, para celebrar a San Sebastián y venir a ofrecer su vida, su familia. Gracias, porque ustedes le están diciendo a todo el país que la fe no es un agregado en sus vidas, sino que forma parte de ustedes, que la fe les ayuda a encontrarle sentido a su vida y al sufrimiento», manifestó.
En su homilía, el prelado invitó a los peregrinos a no responder al mal con el mal, sino «responder con bien, porque así vamos a tener una sociedad reconciliada, sólo así vamos a tener una sociedad fraterna, nunca devolver mal por mal, aunque nos hagan daño estamos llamados a devolver con bien, y es ahí donde se nota nuestra fe, ahí se nota nuestra esperanza, ahí se nota que Jesucristo resucitó y venció a la muerte».
Asimismo, hizo un llamado a la esperanza: «Hagamos de nuestra vida un eterno Yumbel, un eterno San Sebastián y todos los días aclamemos las ternuras del Señor. Vivamos confiados en la mano de Dios al punto que Él sabe exactamente quiénes somos (…). Dios nos conoce, nos sondea, sabe lo que queremos. Esa es la confianza desde la cual tenemos que mirar la vida».
Finalmente y en el contexto de la espera de la sentencia de la Haya, en el diferendo marítimo entre Chile y Perú, monseñor Chomali señaló que «independiente de los litigios somos hermanos, estamos unidos por la misma sangre de Cristo que se entregó por todos nosotros y por lo tanto, hago una invitación a que recemos para que todo lo que vaya aconteciendo en el diferendo de la Haya, nosotros lo miremos desde una perspectiva religiosa y siempre promovamos la paz, siempre promovamos la serenidad, el diálogo, la fraternidad, porque lo que nos une no es una raza, sino que nos une el hecho que Cristo nos amó y se entregó por cada uno de nosotros».
La celebración del 20 de enero concluyó con la procesión de la imagen de San Sebastián por las calles de Yumbel. La imagen que se mantuvo varios días en el campo de oración del Santuario fue llevada finalmente hasta el Templo, donde permanecerá hasta el 20 de marzo, para la llamada fiesta del «20 Chico», en la que se revivirá por segunda vez en el año, el mismo ambiente de fe y devoción que tanto caracteriza a esta fiesta.
Con información de la oficina de comunicaciones del Arzobispado de Concepción
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