Ciudad del Vaticano (Lunes, 27-01-2014, Gaudium Press) El presidente del Pontificio Consejo de Comunicaciones Sociales, Mons. Claudio Maria Celli, y la docente en la facultad de Letras y Filosofía de la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Milán, Chiara Giaccardi -introducidos por el director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, P. Federico Lombardi-, reflexionaron sobre el tema «Comunicación al servicio de una auténtica cultura del encuentro», en la Sala Stampa.
Ellos trataron, delante de los periodistas presentes, el Mensaje del Papa Francisco para el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales que será realizado el día 1º de junio próximo.
Monseñor Claudio Maria Celli |
Mons. Celli comentó que el primer Mensaje que el Papa Francisco escribe para el Día Mundial de las Comunicaciones Sociales tiene sus raíces en los discursos que el Santo Padre hizo en el Brasil, en julio del año pasado, al dirigirse a los obispos locales y a los del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM); en la Exhortación apostólica ‘Evangelii Gaudium’; y en la parábola evangélica del Buen Samaritano.
Según el Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, el documento se muestra «profundamente franciscano», cuando redescubre, entre otras cosas, que la «comunicación es favorecer la proximidad»:
«No es solamente comunicación de datos, una comunicación informativa, -dijo él- sino que tiene ese aspecto profundamente humano: el de una proximidad. Y, justamente en esa línea del Evangelio de Lucas, el Papa Francisco resalta que quien comunica se hace próximo. Y el Buen Samaritano no solamente se hace próximo, sino que asume la responsabilidad sobre aquel hombre que ve medio muerto a orillas del camino. Y, por tanto, es otro aspecto resaltado: comunicar significa tomar consciencia de ser humanos y de ser hijos de Dios.»
Los periodistas presentes en la conferencia de prensa de la Sala Stampa buscaron profundizar en lo que viene a ser la invitación del Papa a la paciencia, a recuperar -delante de la velocidad de la información del mundo globalizado- «un cierto sentido de lentitud y de calma», mediante la capacidad de «hacer silencio para oír».
Mons. Celli respondió reflexionando sobre cómo se puede hoy «evaluar, ponderar y asimilar» aquello que «llega» a través de los medios, mediante «una dimensión más humana» también en el uso de los medios que la tecnología coloca a nuestra disposición. Y sobre la afirmación del Pontífice de que dialogar no significa renunciar «a las propias ideas y tradiciones, sino a la pretensión que sean únicas y absolutas».
El Presidente del Consejo de Comunicaciones Sociales del Vaticano además explicó que estos conceptos se encuentran «en sintonía con todo aquello que ha sido la enseñanza de la Iglesia», recordando la consonancia de todo eso con los precedentes pronunciamientos de Benedicto XVI a ese respecto:
«No estamos hablando de un relativismo: diría que hoy se ha tornado casi un cliché, cuando se analizan ciertos discursos del Papa Francisco. A mi ver, la cuestión ahí es el entender que no es la dimensión de la fe y del Evangelio que se relativiza, sino como yo vivo el Evangelio y vivo esa fe.» En ese contexto, se inserta la «cultura del encuentro», solicitada por el Pontífice, y sobre la cual se detuvo la profesora Chiara Giaccardi, observando que la palabra encuentro es «programática» en la Evangelii Gaudium -en la cual aparece unas treinta veces- y «fundamental» para releer la comunicación y sus medios. En particular, dijo, la red «construye un ambiente en el cual debemos ser capaces de habitar».
«El Papa nos dice también esto: la red no obstaculiza el espacio a las relaciones cara a cara, pero el desafío es cómo valorizar el encuentro utilizando ya sea los caminos digitales, ya sea los caminos en que podemos encontrarnos cara a cara. Por tanto, ese es un primer aspecto a ser resaltado: evitar el determinismo y dar el primado, en sentido opuesto, a la dimensión antropológica. El segundo aspecto es también muy importante, y a mi ver es una pequeña ‘revolución copernicana’ que supera un lugar común: la comunicación no es transmisión de contenidos, sino reducción de distancias, construcción de proximidad».
Según Mons. Celli, todo eso está directamente ligado al tema de la ‘escucha’: «Algunos canales tienen la obligación de la velocidad, sin embargo, existe también el espacio para la escucha, la profundización, la comprensión. Por tanto, creo que hoy no sea la corrida de todos para ver quien llega primero, lo que puede definir de modo positivo el escenario de la comunicación; creo que efectivamente se deba admitir que algunos llegarán primero, y otros tienen otras funciones, las cuales, a su vez, contemplan, es más, requieren esa paciencia de reconstruir contextos, de oír las voces, de ofrecer pistas de interpretación que de repente no llevarán a un juicio definitivo, pero que ayudan a comprender.» (JSG)
De la redacción, con informaciones Radio Vaticana.
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