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Iloilo (Miércoles, 29-01-2014, Gaudium Press) La Fiesta del Santísimo Nombre de Jesús es asociada en Filipinas a la del Santo Niño de Cebú, una devoción a la infancia de Jesús de gran tradición que convoca anualmente a millones de peregrinos. En la ciudad de Iloilo, las fiestas del Santísimo Nombre son celebradas durante una semana, que comienza el tercer domingo de enero. Este año, con motivo de la fiesta patronal, un sacerdote filipino que sirve en California, Estados Unidos, fue invitado a predicar en la parroquia del Santísimo Nombre de Jesús, en el distrito de Arévalo, en esta ciudad. El presbítero explicó que el Divino Infante muestra un camino accesible hacia la santidad.
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| El Santo Niño de Arévalo, en Iloilo, es la tercera imagen del Divino Infante más antigua de Filipinas. |
«Es natural para los niños confiar en sus padres que los aman y cuidan de ellos», comentó en su homilía el P. Arcorsa. «Es natural para los niños ser obedientes y confiar en sus padres». En algo tan sencillo como este principio se resume una disposición interior que debe ser imitada por los creyentes. «Igual que un pequeño infante, el Santo Niño nos recuerda confiar en Dios, no en nuestras fuerzas; confiar en Su gracia; no en nuestras habilidades; seguir Sus planes y no nuestros propios intereses».
Según el sacerdote, el Divino Niño Jesús es modelo también de desarrollo de las virtudes en medio de la humildad. «Jesús creció en sabiduría, conocimiento y en el Espíritu Santo mientras obedecía a sus padres, Santa María y San José», comentó. Este es un crecimiento que debe imitarse y manifestarse en la vida de todos sus discípulos: «Como cristianos y como seguidores de Cristo, nuestra prioridad en la vida es ser santos», exhortó.
Para llevar esto a un plano concreto, el P. Arcorsa preguntó a los fieles presentes si oraban diariamente. Según explicó, la oración continua para atender a la voluntad de Dios y el ejercicio del amor a los hermanos son el camino para avanzar hacia la santidad. El sacerdote alertó sobre el peligro de abandonar la oración, citando la frase del autor francés León Bloy: «Quien no ora al Señor, ora al demonio».
«Dediquemos un tiempo cada día a nuestra oración favorita en soledad o con nuestra familia», propuso el predicador. «Oremos juntos como familia antes de las comidas, asistamos a la Eucaristía de domingo debidamente preparados», agregó. El P. Arcorsa también recomendó leer las Sagradas Escrituras, hacer la lectura de al menos un libro espiritual al año, acudir al Sacramento de la Penitencia una vez al mes y visitar diariamente al Santísimo Sacramento, «al menos por tres minutos».
La Parroquia del Santísimo Nombre de Jesús en Iloilo, Filipinas, venera la tercera imagen más antigua del Señor Santo Niño en el país.
Con información de CBCP News.
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