Menú 
Ciudad de México (Jueves, 30-01-2014, Gaudium Press) Sólo se necesita la aprobación de un milagro para que el Padre Antonio Repiso, sacerdote mexicano fundador de la Congregación de las Hermas del Divino Pastor, sea beatificado. Por este motivo, las religiosas de su comunidad se encuentran promoviendo entre los fieles mexicanos su santidad para que, si Dios quiere, se dé un milagro por su mediación y la Iglesia Católica lo reconozca como beato, según notició recientemente el Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México (SIAME).
La Causa de Canonización del siervo de Dios, promovida por la Arquidiócesis de México, concluyó en 1994 en su fase diocesana. En el año 1997 se finalizó la fase Romana, entregando la ‘Positio’ a los Cardenales Teólogo para que sea declarado venerable.
De acuerdo con la hermana Maricela Pérez, quien se encuentra promoviendo la causa de canonización del sacerdote mexicano, el Padre Repiso gozó la fama de santidad desde su muerte, una fama que alcanzó también en vida gracias a su testimonio y al hacer propias las virtudes teologales de la fe, la esperanza y la caridad con el prójimo; y la práctica heroica de los votos de castidad, pobreza y obediencia.
 |
| Padre Antonio Repiso. |
Una estatua en su honor
También como parte del impulso
de la Congregación y con el objeto de dar a conocer el testimonio de
santidad del Padre Repiso, las Hermanas del Divino Pastor develaron hace
poco una estatua en su honor en la ciudad de Xochimilco, y que está
situada en el atrio de la Parroquia de San Bernardino de Siena.
«Este
lugar fue entrañable para el Padre Antonio, son muchos los lazos que lo
unieron a su querida iglesia de Xochimilco, donde fue párroco entre
1891-1893. En su corta estancia se distinguió por su vocación y entrega
sacerdotal, además fundó la escuela parroquial, y un internado para
alojar a las niñas y jóvenes que venían de las rancherías», señalaba un
documento leído en la ocasión.
Las hermanas de la Congregación del
Siervo de Dios también están invitando a los fieles para que visiten la
Sala del Padre Repiso en la colonia Tizapán San Ángel, en Ciudad de
México, donde se encuentran sus restos mortales y se guardan algunas
reliquias, como su sotana, el bastón que utilizó, sus escritos y otros
objetos personales.
El Padre Repiso
El Padre Antonio Repiso nació en Venta de Córdoba, Estado de México en 1856. Desde edad temprana, a los 12 años, sintió un fuerte llamado al sacerdocio, pero su padre se lo impidió, ya que era el único hijo varón. Su anhelo se hizo realidad en 1870 cuento ingresa al Seminario Conciliar de México, ordenándose sacerdote a sus 25 años de edad, el 20 de marzo de 1881.
Tiempo después, cuando tenía 37 años, ingresa a la Compañía de Jesús. Es como religioso jesuita cuando, movido por el deseo de acoger y remediar los males de quienes más sufren, recibe la inspiración de fundar una congregación dedicada a seguir las actitudes de Jesús Divino Pastor: que acompaña, da la vida por sus ovejas, las llama por su nombre, busca a la descarriada y sigue la voluntad del Padre.
Muere en León, Guanajuato el 27 de julio de 1927 por causa de una llaga cancerosa que le cubrió la espalda, enfermedad que sufrió por unos 27 años.
Con información de SIAME.
Deje su Comentario