Ciudad del Vaticano (Viernes, 31-01-2014, Gaudium Press) Un reciente descubrimiento realizado al revisar una colección de documentos no catalogados podría dar luz sobre una época oscura de la historia de la Iglesia en Japón: la cruel persecución de los creyentes en el período «Edo», de 1603 a 1867. Durante más de dos siglos, la isla estuvo completamente aislada de los demás países, mientras la fe cristiana fue prohibida y los fieles que no apostataron fueron condenados al martirio.
Monumento a los 26 Santos Mártires de Nagasaki, en Japón. Foto: Jim McIntosh. |
La colección recibe el nombre de Documentos Marega, en honor al misionero italiano P. Mario Marega, quien recolectó los documentos y agregó anotaciones, constituyendo una obra de estudio de gran riqueza para comprender el testimonio de los cristianos en medio de la prohibición de la fe. Desafortunadamente, la imposibilidad de leer los documentos para los expertos motivó a que los mismos fueran conservados en espera de un posterior análisis.
En 2010, un investigador de la Santa Sede pudo leer los materiales y notar su importancia, lo cual motivó un convenio de la Biblioteca Vaticana con cuatro institutos históricos japoneses para catalogar y valorar el hallazgo, un trabajo que tomará seis años. Los documentos constituyen «un volumen inusualmente grande de registros oficiales que muestran campañas y acciones policivas y la privación de la libertad religiosa», según manifestó a UCA News el Profesor Kazuo Otomo del Instituto Nacional de Literatura Japonesa y director del proyecto.
Se estima que la colección, que consta de 23 bolsas de documentos – alrededor de 10 mil piezas de papel – puede ser la más grande de su tipo en lengua japonesa. Los registros dan cuenta de cómo se implementó la prohibición de la fe cristiana en el país asiático de forma detallada , con censos de la afiliación religiosa de la población, registro de la vigilancia a los familiares de quienes habían sido cristianos y documentación sobre cómo las autoridades obligaban a los pobladores a profanar imágenes religiosas como señal de apostasía.
El estudio promete un notable acercamiento a la historia oculta de muchos cristianos japoneses, cuya lucha heroica en favor de su libertad religiosa les mereció la corona del martirio y permitió que, si bien de una forma muy limitada, la fe se mantuviera en las comunidades durante más de 200 años.
Con información de Aleteia y UCANews.
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