Ciudad del Vaticano (Lunes, 03-02-2014, Gaudium Press) En el Ángelus de la Fiesta de la Presentación del Señor, el Papa Francisco dedicó su catequesis a la Vida Consagrada, cuya Jornada se celebraba también ayer. El Año 2015 lo dedicará la Iglesia a profundizar en ese don para la vida de toda la comunidad cristiana.
La celebración «recuerda la importancia para la Iglesia de todos los que han oído la llamada a seguir a Jesús de cerca en el camino de los consejos evangélicos», expresó el Pontífice. El Papa unió los significados de la Presentación del Niño Dios en el templo y la donación que hacen los religiosos de su vida, al decir que el episodio evangélico de la Presentación «es también un icono de la donación de la propia vida por parte de aquellos que, por un don de Dios, toman los rasgos característicos de Jesús, virgen, pobre y obediente, el Consagrado del Padre».
Foto: Radio Vaticano |
«Todos estamos llamados a ofrecernos al Padre con Jesús y como Jesús, haciendo de nuestra vida un don generoso», dijo el Papa Francisco. «Sin embargo, esta consagración la viven de una manera particular los religiosos, los monjes, los laicos consagrados que, con la profesión de los votos, pertenecen a Dios de manera plena y exclusiva. Esta pertenencia al Señor permite a los que la viven de una manera auténtica ofrecer un testimonio especial al Evangelio del Reino de Dios. Totalmente consagrados a Dios, están totalmente entregados a los hermanos, para llevar la luz de Cristo, allí donde se encuentra la oscuridad más densa, y difundir su esperanza en los corazones desalentados».
El mundo tiene harta necesidad de los religiosos. «Hay mucha necesidad de estas presencias, que fortalecen y renuevan el compromiso de la difusión del Evangelio, de la educación cristiana, de la caridad hacia los más necesitados, de la oración contemplativa; el compromiso de la formación humana y espiritual de los jóvenes, de las familias; el compromiso por la justicia y la paz en la familia humana. (…) Por esto es necesario valorar con gratitud las experiencias de vida consagrada y profundizar en el conocimiento de los diferentes carismas y espiritualidad».
Al final de la meditación del Ángelus, el Pontífice anunció que el 2015 estará dedicado de forma especial a la vida consagrada, y pidió que se encomendase este periodo y todas sus actividades a la intercesión de la Virgen y San José.
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