Xochimilco (Lunes, 03-02-2014, Gaudium Press) Miles de devotos se reunieron en Xochimilco, México, para celebrar la fiesta de la Presentación del Señor y la Virgen de la Candelaria, cuando tradicionalmente se expresa la devoción por el NIño Jesús Niñopa, a quien se rinde culto especialmente en la Parroquia de San Bernardino de Siena. La celebración religiosa en Xochimilco fue presidida por el Obispo Auxiliar Mons. Andrés Vargas Peña, e incluyó una festiva procesión con la imagen original y numerosas imágenes traídas por los fieles.
La tradicional celebración en honor al Niño Jesús Niñopa congrega anumerosos fieles en Xochimilco, México. En la foto, la familia con la mayordomía carga la imagen en 2008. Foto: Rex Hays. |
Los devotos se congregaron en el atrio de la Parroquia, llevando en sus brazos las imágenes del Niño Jesús, adornadas con trajes especiales para presentarlas en el templo, en imitación al cumplimiento de la ley judaica por parte de la Santísima Virgen y San José. La imagen del Niño Jesús Niñopa fue llevado en procesión, en un desfile desde la Plaza Principal hasta el templo acompañado por música, ofrendas florales y otras expresiones culturales autóctonas.
La devoción al Niño Jesús, expresión de la fe a través de los siglos
Mons. Andrés Vargas realizó la bendición de las velas para proceder al ingreso al templo, donde se presidió la Solemne Eucaristía de la Fiesta. El sacerdote Adrián Huerta Mora, párroco del templo, fue encargado de leer la homilía escrita por el Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo de México, para la Fiesta de la Presentación del Señor. A continuación, profundizó sobre la devoción al Divino Infante en las tierras mexicanas, arraigada en Xochimilco desde le siglo XVI.
«Esta fe verdadera sigue viva, sólida, inquebrantable, en nuestro pueblo eminentemente católico y aquí esta la prueba viviente» destacó el Párroco: «el Niño Jesús Niñopa cruzando por seis siglos quien nos congrega hoy en celebración muy solemne pero nos une todos los días en la misma fe, en el hijo único de Dios». El sacerdote afirmó que la fe en Jesús es una auténtica fuente de fe, unidad y esperanza, expresadas en «cada corazón, en cada matrimonio, en cada familia, en cada chinampa, en cada canal, en cada callejón en cada barrio antiguo, en todo este pueblo que es lugar de flores y fiesta permanente desde la grandiosa época prehispánica».
El P. Vargas señaló que el Niño Jesús es la fuente de luz que puede disipar la oscuridad del mal y proteger los valores cristianos y humanos, necesarios para vivir en convivencia y buscar el bienestar de las nuevas generaciones. El sacerdote imploró al Niño Jesús que «nos ayude a vencer con sus luces divinas el poder de las tinieblas, a destruir el mal con el bien, la muerte con la vida, la mentira con la verdad, la guerra con la paz, el odio con el amor, la venganza con la indulgencia».
La Ceremonia también incluyó el cambio de mayordomía, cuando una familia es encargada del cuidado de la sagrada imagen, cumpliendo los deberes incluidos en un decálogo redactado para este fin. La familia seleccionada en esta ocasión tuvo que esperar durante 32 años para poder tener el honor de prestar este servicio.
Después de la solemne Eucaristía, La imagen del Niño Jesús fue llevada en medio del ambiente de fiesta devota al barrio de Xaltocan, donde será resguardada por la familia que recibió l mayordomía durante un año.
Con información de SIAME.
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