Bogotá (Jueves, 06-02-2014, Gaudium Press) El 2015 será un año dedicado a la vida consagrada. Así lo anunció recientemente el Vaticano en una presentación oficial presidida por el Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica, el Cardenal João Braz de Aviz, quien informó que el tiempo de gracia ocurrirá por solicitud del propio Santo Padre Francisco (ver noticia anterior).
Con motivo de este acontecimiento, que será de gran importancia para la Iglesia, algunos obispos colombianos -quienes esta semana se encuentran en la 96º Asamblea Plenaria del Episcopado- fueron consultados por Gaudium Press sobre el significado que tendrá parta la Iglesia el Año de la Vida Consagrada, especialmente para la comunidad católica que peregrina en el país suramericano.
Mons. Ramón Alberto Rolón, Obispo de Montería, en el marco de la 96º Asamblea Plenaria / Foto: CEC. |
Para Mons. Ramón Alberto Rolón, Obispo de Montería, el Año de la vida consagrada «es una oportunidad que se nos va a dar de re flexionar sobre la Vida Consagrada, para revitalizarla, para encaminarla cada vez más a lo que el Señor quiere, a realizar su Santa Voluntad, para darle gloria a Dios».
En el caso particular de su diócesis, dijo que la vida consagrada «es un elemento esencial». Primero -continuó-, «en la presencia de lo que significan los consejos evangélicos, para mostrar el testimonio de la entrega y de la oferta que cada una de las personas puede hacer». «En segundo lugar, es una presencia también evangelizadora que nos está ayudando en el trabajo de poner en el corazón de cada persona el mensaje de Jesús», concluyó.
Por su parte, Mons. José Daniel Falla, Secretario General del Episcopado Colombiano, señaló que la vida consagrada, la vida religiosa, «es uno de los pilares fundamentales» de la Iglesia. Para él, ella es «un motor de la fe, es la que sostiene la vida fe en muchos lugares donde normalmente no se puede llegar», como es el caso de los religiosos misioneros.
«Qué bueno es que los mismos religiosos, quienes están allí simplemente acompañando a las comunidades, sosteniéndolas en sus familias, en diferentes lugares, siendo cercanos para que la fe no se vaya a perder, se vayan fortaleciendo en medio de las dificultades», agregó.
La celebración del Año de la Vida Consagrada del 2015, estará enmarcado en el 50º aniversario de la publicación del Decreto Conciliar «Perfectae Caritatis» del Papa Pablo VI / Foto: Archivo-Gustavo Kralj-Gaudium Press. |
Mons. Falla recordó también que la vida religiosa «es de una riqueza amplia», porque está presente en diversos campos, como es la educación, acompañando a los jóvenes y los enfermos. «Son unos batalladores impresionantes, y valorar lo que hacen siempre será un tesoro para que mostremos lo que la Iglesia hace. La Iglesia, de una manera muy callada, ha venido haciendo, y esperamos que siga siendo, un apoyo a todos los planes pastorales, de las diferentes jurisdicciones», puntualizó.
La celebración del Año de la Vida Consagrada del 2015, estará enmarcado en el 50º aniversario de la publicación del Decreto Conciliar «Perfectae Caritatis» del Papa Pablo VI, sobre la vida consagrada. Tiempo especial que será una ocasión para valorar la acción de Dios por medio de los religiosos y las religiosas.
Gaudium Press / Sonia Trujillo
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