Ciudad del Vaticano (Jueves, 06-02-2014, Gaudium Press) Después de la publicación el pasado 05 de febrero de las Observaciones Conclusivas del Comité de las Naciones Unidas para los Derechos de los Niños, la Santa Sede denunció mediante un comunicado que se observa en algunos de sus puntos «un intento de interferir en la enseñanza de la Iglesia Católica sobre la dignidad de la persona humana y en el ejercicio de la libertad religiosa». También recordó su demostrado compromiso en la protección de los infantes y anunció que estudiará el informe a profundidad. El Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, Mons. Silvano Tomasi, manifestó a Radio Vaticano su sorpresa ante el documento y afirmó que el mismo parecería haber sido redactado antes de informarse correctamente sobre el tema.
Mons. Silvano Tomasi, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. Foto: Jean-Marc Ferré / UN Geneva. |
La respuesta del Vaticano se da después de que el documento ha generado una notable controversia, al haber sido interpretado por medios internacionales como una reprensión a la Santa Sede por su clara postura en favor de la familia y el derecho a la vida desde la concepción, además de una «reprobación» por los casos de abusos a menores de edad cometidos por parte de miembros de la Iglesia en varios países. Para Mons. Tomasi, las conclusiones podrían resultar de una información por lo menos imprecisa: «el aspecto negativo del documento que han producido es que parece que ya hubiera sido preparado antes del encuentro del Comité con la delegación de la Santa Sede», afirmó.
En dicha reunión, la delegación vaticana «ha dado en detalle respuestas precisas sobre varios puntos, que no se han retomado en este documento conclusivo o al menos no parecen haber sido tomados en seria consideración». Esta perspectiva ausente incluye «una serie de cambios para la protección de los niños que me parece que se encuentra al mismo nivel de compromiso que en otras instituciones o incluso en otros Estados». Sobre los casos de abuso mencionados por el informe, que representan una estrecha minoría de los casos a nivel mundial, el Arzobispo fue claro: «La Iglesia ha respondido y reaccionado y continúa haciéndolo. Debemos insistir sobre esta política de transparencia, de no tolerancia de abusos, porque incluso un solo caso de abuso de un niño, es demasiado».
Interferencia en las enseñanzas de la Iglesia
El informe ha causado reacción en la opinión pública no sólo por la perspectiva descrita como incompleta en cuanto a las políticas y programas de protección a los niños puestas en marcha por parte de la Iglesia, sino por llegar a sugerir cambios en el Derecho Canónico y la Doctrina de la Iglesia, que incluirían la aceptación del aborto. Mons. Tomasi advirtió una seria contradicción en el informe del comité: La Convención de Derechos del Niño «en su preámbulo habla de la defensa de la vida y de la protección de los niños antes y después del nacimiento; ¡mientras la recomendación que se hace a la Santa Sede es la de cambiar su posición sobre cuestiones de aborto!».
El Observador Permanente explicó que esa sugerencia manifiesta el desconocimiento del comité sobre «la naturaleza y las funciones de la Santa Sede» y alertó sobre la interferencia en libertad religiosa: «Este Comité no ha hecho un buen servicio a las Naciones Unidas, buscando introducir y pedir a la Santa Sede cambiar su enseñanza no negociable».
Mons. Tomasi afirmó que la Santa Sede analizará el tema debidamente antes de ofrecer una respuesta oficial al documento: «Es necesario esperar, leer atentamente y analizar en detalle lo que escriben los miembros de esta Comisión». El prelado indicó que las conclusiones ofrecidas en el informe pueden ser el fruto de presión por parte de organizaciones no gubernamentales con intereses particulares que «han tenido ciertamente sus observaciones para presentar y de alguna manera han reforzado una línea ideológica».
Con información de Vatican Information Service y Agencia Zenit.
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