Oaxaca (Miércoles, 12-02-2014, Gaudium Press) El Arzobispo de Antequera Oaxaca, México, Mons. José Luis Chávez Botello, anunció el pasado 09 de febrero la llegada del decreto que autoriza la Coronación Pontificia de la imagen de la Santísima Virgen de Juquila, que se llevará a cabo el mes de octubre del presente año. El documento fue enviado a la Arquidiócesis por parte de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos «en nombre y con la autoridad del Sumo Pontífice». El prelado encabezó el anuncio con una expresión de júbilo: «¡Una buena noticia que nos llena de alegría!».
Santuario de la Inmaculada Virgen de Juquila, México. Foto: Gerardo Tales. |
Mons. Chávez explicó a los fieles que la Coronación «es el reconocimiento pontificio de la devoción y amor a la Santísima Virgen en la imagen de Inmaculada de Juquila y de su Santuario», pero también es un llamado a que en los devotos «se fortalezca la vida cristiana llevándonos a Jesucristo y se proyecte en la sociedad».
Una corona espiritual, agradable a la Santísima Virgen
Por este motivo, el Arzobispo invitó a llevar a cabo una peregrinación espiritual en preparación a la ceremonia de Coronación. «Como todo peregrino vamos a prepararnos, a marcarnos jornadas en nuestro camino de fe, aceptar austeridad y sacrificio», expresó el prelado, quien motivó a «caminar juntos, atender y no perder de vista a los buenos guías, no detenernos ni desviarnos hasta llegar a la meta final de la mano de la Santísima Virgen».
«Todos los católicos seremos orfebres que trabajaremos la corona más bella y agradable a la Inmaculada de Juquila: una corona espiritual», manifestó el Arzobispo. «Fundiremos lo mejor que tenemos en los hogares, comunidades y sociedad: trabajo y sacrificios por el bien, valores, buenas costumbres y tradiciones, devociones y fiestas religiosas; vamos a fundirlas, a purificarlas y a engarzarlas en el crisol de una fe más fiel y coherente que se proyecte en las comunidades y en la sociedad de nuestro Estado»
Mons. Chávez describió el proceso como un «peregrinar espiritual real» y señaló tres tareas fundamentales para llevarlo a cabo. La primera de ellas es «purificar y fortalecer la fe personal, en la familia y en nuestra comunidad eclesial». La segunda tarea es «proyectar la fe en el barrio o comunidad, en el lugar de trabajo, escuela y en el trato con las personas», para finalmente «trabajar explícitamente la reconciliación y la paz social desde estos espacios».
Al final de este proceso, «la corona de metal precioso será la expresión visible que nos recordará este compromiso con la Santísima Virgen». La ceremonia se realizaría, de acuerdo a lo dispuesto por el Arzobispo, el 07 o el 08 de octubre. «María, modelo y guía en nuestro camino de fe será la referencia y motor de todas nuestras actividades, especialmente desde este año», concluyó el prelado.
Con información de Arquidiócesis de Antequera Oaxaca.
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