Panamá (Lunes, 17-02-2014, Gaudium Press) Un llamado a «reevangelizar» con el amor de Cristo de una forma radical fue el contenido de la homilía del Cardenal Antonio Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y Enviado del Santo Padre Francisco para la clausura del Jubileo por los 500 años de la primera diócesis en tierra firme de América en Panamá. En la celebración el purpurado recordó el deber de los creyentes de transmitir la fe: «El mundo necesita a Jesucristo, no podemos quedarnos impasibles».
Cardenal Antonio Cañizares, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Foto: Hoc Signo. |
El vehemente llamado del Cardenal motivó a los católicos a ofrecer «un impulso vigoroso para reevangelización, ayudados por la gracia de Dios, sin pausa, ni temor, ni desmayo, amando a Jesucristo». Según el Prefecto, la vida a espaldas del amor en un ejercicio excesivo de la libertad y el desinterés por los más desfavorecidos son muestra de un «sociedad típicamente pagana», a la que los cristianos deben comunicar la fe: «Ese es el reto, que los hombres vivan con Dios y con esperanza de vida eterna».
«Los cristianos no somos espectadores, hay que volver a evangelizar», exhortó el Cardenal, «hay que anunciar el Evangelio en su realidad más radical, como si nunca lo hubieran escuchado en el hogar, en el vecindario, sin complejos, ni temores, con sencillez e inmenso amor hacia todos». Sobre este desafió, aseguró que se trata de una tarea «inmensa y ciertamente ardua», pero posible gracias a la ayuda de Dios.
El Card. Cañizares comentó que el Evangelio es la fuente de la alegría y la esperanza, y que produce la unidad que hace que los hombres se sientan verdaderamente hermanos. «No es la cultura dominante, no son los criterios humanos la medida de nuestro pensar y de nuestro actuar sino es la sabiduría de Dios que es la única capaz de salvar al mundo», declaró.
A la Eucaristía de clausura, presidida por el Prefecto el pasado 15 de febrero, se unieron alrededor de 20 Obispos de España, Colombia y Centroamérica. El enviado papal transmitió el afectuoso saludo del Papa Francisco, «que tanto los quiere», y quien envió «no solamente su bendición sino su cercanía su palpitar con el mismo corazón con el que ustedes palpitan». El Jubileo del quinto centenario de la primera diócesis en tierra firme inició en noviembre de 2012, con una Eucaristía celebrada por el enviado de Benedicto XVI, Card. Marc Ouellet, presidente de la Pontificia Comisión para América Latina.
Con información de Religión en Libertad.
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