Manila (Martes, 18-02-2014, Gaudium Press) El Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, Mons. Sócrates Villegas, comentó la gran importancia de la educación católica en la guía de las nuevas generaciones hacia la verdad. El prelado señaló que a través de un «renovado encuentro con Cristo», las instituciones educativas católicas superiores del país son «regalos preciosos de Dios para la Iglesia y la sociedad».
Mons. Sócrates Villegas, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas. Foto: CBCP News. |
«Esa vocación específica las llama como universidades a ser centros de una búsqueda auténtica de la verdad de Dios, de la naturaleza y del ser humano en la sociedad y la comunicación de esa verdad a los estudiantes y al mundo», afirmó el también Arzobispo de Lingayen-Dagupan. Sus palabras fueron pronunciadas en la Universidad de La Salle en Manila, el pasado 13 de febrero.
Compromiso por la verdad
Mons. Villegas también destacó que su identidad católica confiere una misión especial a las instituciones educativas de la Iglesia. «Como católicas, están llamadas a la tarea privilegiada de unir existencialmente por un esfuerzo intelectual dos órdenes de la realidad que demasiado frecuentemente se tienden a poner en oposición como si fueran antitéticos», explicó: «la búsqueda de la verdad y la certeza de ya conocer a la fuente de la verdad: Jesucristo».
Está búsqueda debe hacerse en medio de «nuestro cada vez más secular mundo que progresivamente ignora a Dios y su Iglesia», alertó el Arzobispo. El compromiso por la verdad de la educación católica también toca a quienes no relacionan la vida de piedad con el testimonio cristiano en la dimensión pública de la construcción de la sociedad y la superación de las estructuras que sostienen la injusticia y la corrupción. La búsqueda de la verdad motiva la conciencia sobre la recta administración de la creación, y la «comprensión íntima de la verdad de cómo la vida humana es transmitida, cuidada y sostenida», declaró el prelado.
Mons. Villegas destacó que la educación implica libertad académica, pero también la comprensión de que debe ser impartida de acuerdo a la voluntad de Dios. «Esta formidable vocación de la universidad católica que debe impactar la Nueva Evangelización no debe tomarse a la ligera», explicó el Presidente de la Conferencia de Obispos. «Debe precisamente luchar con la diversidad en un mercado de ideas, pero encontrar consolidación e integración con Jesús, la Verdad».
Reflexión sobre la identidad y la misión
El prelado invitó a los miembros de las comunidades educativas a vivir un encuentro personal con Cristo, «discernir en discusión, reflexión y oración cuál es la voluntad de Dios para esta época». Además pidió incluir en esa oración la misión y visión de las instituciones, sus fortalezas y debilidades, sus recursos y las preocupaciones graves de la Iglesia y la sociedad a las cuales deben responder.
«Deben preguntarse seriamente si en la forma en que enseñan, forman y motivan a los estudiantes a un trabajo, una profesión (…) contribuyen a la superficialidad de los estudiantes o los desafían a vidas de significado genuino en servicio al bien común motivado por la fe», señaló MOns. Villegas, quien motivó la reflexión sobre la responsabilidad de los educadores sobre el destino de la sociedad.
Finalmente, el Arzobispo pidió a las instituciones católicas mantener una actitud de «retorno al corazón de la Iglesia» para animar su misión. «Debe ser hecha con humildad, pero sin miedo; con sabiduría pero sin arrogancia», comentó sobre las cualidades de esta educación. «Más allá de las palabras y los conceptos, debe encontrar la verdad, insistir sobre la verdad, obedecer la verdad y vivir la verdad. Esto debe hacer una diferencia en la transformación de la sociedad».
Con información de CBCP News.
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