Miami (Jueves, 20-02-2014, Gaudium Press) Un hecho histórico tuvo lugar en la Arquidiócesis de Miami el pasado 16 de febrero: este día fue ordenado el primer sacerdote hispano perteneciente al Ordinariato de la Sede de San Pedro, creado por Benedicto XVI para admitir en la Iglesia Católica a las comunidades anglicanas que pidieron entrar en plena comunión con la Santa Sede. El P. Pedro Toledo, quien fue sacerdote anglicano, había sido ordenado diácono el pasado 18 de enero y recibió el Sacramento del Orden de manos del Arzobispo de Miami, Thomas Wenski.
El Arzobispo de Miami, Mons. Thomas Wenski, abraza al Padre Pedro Toledo tras su Ordenación como sacerdote. Foto: Ana Rodríguez-Soto / FC. |
«Es la excepción que prueba la regla», afirmó el Arzobispo durante su ordenación, ya que el P. Toledo tuvo que completar todo un proceso para ser admitido al Orden Sacerdotal de la Iglesia, incluyendo una dispensa especial de la Santa Sede por su condición de hombre casado y padre de cuatro hijos. Su ordenación coincidió con el aniversario número 34 de su matrimonio.
El hoy sacerdote católico pidió ser admitido en la Iglesia junto a su familia y 21 miembros de la comunidad anglicana hispana que pastoreaba en Miami, Rey de Gloria. Todos ellos asistieron durante más de un año a la parroquia de Saint Louis en Pinecrest para ser formados en el Catecismo de la Iglesia Católica. Al final de este proceso, durante el cual se congregaba en la capilla los sábados en la tarde, fueron admitidos en la Iglesia el 15 de septiembre de 2013.
Camino de conversión
El P. Toledo explicó al informativo Florida Catholic que él había profesado la religión católica hasta la edad de 10 años, cuando sus padres se hicieron evangélicos. Al crecer quiso estudiar más profundamente la religión cristiana y se formó como ministro. Tras dirigir una congregación en Orlando, viajó a Miami a instituir una comunidad hispana y se unió a la religión anglicana. El sacerdote reconoció un proceso de maduración en la fe a lo largo de su búsqueda de Dios, al tiempo que identificó «inconsistencias y problemas» en las diferentes doctrinas, lo cual lo llevó finalmente a «revisar más profundamente mis creencias».
La lectura de los Padres de la Iglesia como San Agustín y del Doctor de la Iglesia Santo Tomás de Aquino le atrajo a la Iglesia Católica y comenzó a asistir a retiros espirituales en una casa dominica de ejercicios. Aún siendo ministro anglicano, el P. Toledo comenzó a asistir a la Eucaristía en la Parroquia de Saint Louis en los días que no tenía servicios religiosos en su congregación, como el Jueves Santo y la Víspera de Navidad.
«La liturgia y la eclesiología me llevaron a la Iglesia Católica», relató el sacerdote. Después de un tiempo de acercamiento, simplemente se preguntó: «Esto es lo que creo. ¿Qué estoy haciendo fuera de la Iglesia?» El P. Toledo explicó que su condición de ministro hizo que sus feligreses le motivaran a buscar su admisión en el Ordinariato, creado para que los conversos puedan ser admitidos de manera grupal para preservar sus comunidades. «Gracias a ellos, estoy en el sacerdocio», comentó.
La Ordenación del P. Toledo es todavía más particular, ya que se trata del primer sacerdote hispano del Ordinariato, a cargo de una congregación hispana que ha tomado el nombre de San Agustín de Hipona tras su admisión en la Iglesia. Pese a no pertenecer como tal a la Arquidiócesis de Miami, la comunidad permanecerá estrechamente unida a la parroquia de Saint Louis: «Cada sacerdote del Ordinariato vive dentro de una diócesis de la Iglesia Católica. Trabajamos juntos», explicó el P. Toledo. «Voy a asistir al P. Paul en su iglesia, celebrando la Eucaristía o para lo que él me necesite».
Con información de Florida Catholic y Arquidiócesis de Miami.
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