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Río de Janeiro (Miércoles, 26-02-2014, Gaudium Press) Acogido calurosamente por una multitud de fieles que llenaba la Catedral de San Sebastián de Río de Janeiro el martes pasado, el Cardenal Mons. Orani João Tempesta llegó a la Iglesia carioca aclamado y aplaudido por los presentes en el lugar, siendo homenajeado por la banda de la Policía Militar, que ejecutó el Himno del Vaticano y el Himno Nacional.
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| Cardenal Mons. Orani João Tempesta saludó a los fieles reunidos en la Catedral de Río de Janeiro – Foto: Arquidiócesis de Río de Janeiro |
El sexto cardenal de la Arquidiócesis de Río aprovechó la ocasión festiva y homenajeó a la Patrona del Brasil, Nuestra Señora Aparecida. Después del canto «Salve Reina», el purpurado mostró a los fieles su nuevo blasón, en el altar de la Catedral.
Ya al inicio de la celebración, Mons. Orani dijo que estaba celebrando la Misa por la evangelización.
En su homilía, él agradeció la presencia de todos y la acogida que recibió de los fieles cariocas.
Además, destacó las consecuencias de la responsabilidad confiada a él como Cardenal, y, consecuentemente, a toda Iglesia en Río.
«Toda la arquidiócesis es llamada a tener un corazón que late en una dimensión universal con la Iglesia. Es preciso abrir todavía más el horizonte, ‘sentir con la Iglesia’ presente en el mundo. Invito a todos a -junto conmigo- tener esa mirada más amplia, ese compromiso de unidad con el Papa Francisco», afirmó.
El Arzobispo incentivó a los fieles a leer la carta sobre las familias, de autoría del Santo Padre, pidiendo oraciones por el Sínodo que ocurrirá en el próximo mes de octubre.
Evangelizar es servir
Remitiéndose al Evangelio, el Cardenal enfatizó que es preciso ir y evangelizar, pues la humildad es la verdadera manera de servir.
«Toda nuestra vida no debe tener otro pilar a no ser Jesús, Nuestro Señor. Somos llamados a anunciar siempre a Cristo, como aquel que es la vida del mundo, la salvación de la humanidad. Nuestra evangelización precisa generar justicia y paz. Que como María, nuestra madre, digamos nuestro sí», resaltó.
Al final de la celebración, el vicario episcopal para la Caridad Social, Canónigo Manuel Manangão, además de dedicar palabras de agradecimiento a Mons. Orani, le obsequió una Imagen de San Juan María Vianney y un cuadro con el retrato pintado del arzobispo.
Después de ese momento, el Cardenal entregó a los obispos presentes su Carta Pastoral, titulada «Amar, Unir y Servir». «Ellos representan en este momento todos y cada uno de los fieles, a quien dedico esta carta pastoral», explicó.
Antes de conceder su bendición final, Mons. Orani obsequió a seis niños cariocas las cruces que recibió de niños en Roma e invitó a todos a incentivar el despertar de las vocaciones. (LMI)
De la redacción Gaudium Press, con informaciones de la Arquidiócesis de Río de Janeiro.
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