Toronto (Martes, 04-03-2014, Gaudium Press) El llamado a la conversión, mensaje esencial del tiempo litúrgico de Cuaresma, es el sentido del Miércoles de Ceniza que la Iglesia Católica celebra en todo el mundo el próximo 05 de marzo. Con motivo de este día penitencial, el P. Thomas Rosica, Director ejecutivo del canal católico canadiense Salt + Light y colaborador muy cercano de la Sala de Prensa de la Santa Sede, destacó el compromiso de los fieles que llevarán en su frente la cruz de ceniza como testimonio público de su fe.
El signo de la Cruz se hace especialmente visible en todos los ambientes de la sociedad durante el Miércoles de Ceniza Foto: Mazur/catholicnews.org.uk |
«El Miércoles de Ceniza hace que la propia fe sea muy visible y pública», comentó el sacerdote en su blog del canal televisivo el día 04 de marzo. «De una manera no ofensiva – pero también difícil de ignorar – el signo de nuestra fe se muestra en la oficina, en la escuela, en los buses y subterráneos, en las hileras de las tiendas o en la estación de combustible». Para el P. Rosica, esta expresión pública hace evidente a la sociedad una verdad de gran importancia: «La fe no sólo se encuentra en el templo, sino que vive entre nosotros, en público, cada día», señaló.
La reconciliación no es sólo individual
En este contexto, el sacerdote invitó a una reflexión sobre lo que significa para los católicos ser «embajadores de Cristo», de acuerdo a la expresión de la Carta a los Corintios. También pidió profundizar sobre el sentido de reconciliarse con Dios y tener una auténtica vida de piedad y devoción, tal como la Iglesia lo pide a los fieles especialmente en el tiempo de Cuaresma.
Sobre el tema de la reconciliación, el P. Rosica recordó que si bien parte de una realidad personal indispensable, «no estamos hablando sólo de individuos, sino también de todas las comunidades: familias, comunidades, tribus, naciones y estados». Dios hizo pactos con la familia humana, recuerda el sacerdote, comenzando con Adán y Eva, y luego con Noé, Abraham, el pueblo de Israel y, finalmente, el pacto de toda la humanidad en Cristo «quien reconcilió a los hombres y mujeres individuales – así como a las naciones enteras – con Dios por su Pasión, Muerte y Resurrección».
La Oración, el Ayuno y la Limosna son los pilares de la práctica de la fe en el tiempo de Cuaresma. Foto: Mazur/catholicnews.org.uk |
Precisamente la Eucaristía celebra este misterio de la redención, viviendo el hecho mismo de la entrega del Cuerpo y la Sangre de Cristo por la salvación de los hombres. «La Eucaristía es celebrada por una comunidad reconciliada. Cuando la celebración termina, somos enviados a extender esta paz y este mensaje de reconciliación a los demás», explicó el sacerdote. Es de esta forma como los católicos se convierten en «embajadores de Cristo».
El testimonio de los católicos en Cuaresma
«La misión que se nos ha dado es una de alto nivel. Es una misión que nos ennoblece», agregó el presbítero. «Tenemos que ser sinceros y fieles a Quien representamos». El P. Rosica afirmó que al igual que un embajador muestra credenciales creíbles de que ha sido enviado en representación de un gobernante, los cristianos deben dar prueba de su misión. «Y la prueba más grande es nuestra propia fidelidad a la forma de vida cristiana», resaltó. «Si estamos reconciliados con Dios, con nosotros mismos y con los otros, y si fomentamos la reconciliación de Cristo en la sociedad, podremos afirmar de forma convincente que somos embajadores del Príncipe de la Paz». El sacerdote invitó a los fieles a pensar cómo se puede promover la reconciliación y restaurar la armonía en el mundo a través del testimonio en cada una de las situaciones particulares en todas las dimensiones de la vida.
Sobre las exigencias propias del tiempo de Cuaresma, el P. Rosica recordó los pilares tradicionales que la Iglesia enseña a los fieles: la Oración, el Ayuno y la Limosnas, y la forma discreta de su práctica de acuerdo a la recomendación de Jesús mismo. «No hay nada ambiguo sobre lo que se requiere de nosotros en este tiempo. Esta es la piedad, la devoción y la sinceridad que el Señor quiere de nosotros esta Cuaresma. La justicia de Dios», comentó. Una oración con mayor concentración, un recurso más frecuente al Sacramento de la Reconciliación y la oración del Vía Crucis fueron sugeridos como una forma p?actica de incentivar la vida espiritual para cumplir este llamado.
Con información de Salt + Light.
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