Peoria (Viernes, 07-03-2014, Gaudium Press) La causa de beatificación del Venerable Fulton Sheen, Arzobispo estadounidense ampliamente reconocido por su apostolado en medios de comunicación, registró un importante avance tras un veredicto del equipo de expertos médicos convocados por la Santa Sede para evaluar un posible milagro atribuido a su intercesión. El panel de profesionales encontró que no existe una explicación natural para la supervivencia de James Fulton Engstrom, cuyo corazón se detuvo durante 61 minutos al nacer y cuya madre pidió la intercesión del Venerable prelado.
Venerable Arzobispo Fulton Sheen, retratado en las estampas difundidas con motivo de su proceso de beatificación. |
«Hoy es un paso significativo en la causa de beatificación y canonización de nuestro amado Fulton Sheen», anunció el pasado 06 de marzo el Obispo de Peoria, Mons. Daniel Jenky. «Hay muchos más pasos por delante y se necesitan más oraciones. Pero hoy es una buena razón para regocijarse».
Según indicó un comunicado oficial del Obispo, el parecer de los siete expertos fue unánime y pasará al estudio de una junta de teólogos. Si obtiene su aprobación, el caso será analizado por un grupo de Cardenales y Obispos que podrán presentarlo al Santo Padre para que declare oficialmente si se trata de un milagro auténtico, concedido por intercesión del Venerable Fulton Sheen. Ninguna de estas etapas tiene un cronograma o límite de tiempo definido.
El relato del milagro
James Fulton Engstrom tiene hoy en día tres años de edad y crece normalmente, pero cuando su madre, Bonnie Engstrom, lo dio a luz en su propia casa, estaba muerto. En el proceso del parto, el cordón umbilical se había anudado y el niño había padecido la interrupción del suministro de sangre y oxígeno. «Nació muerto», relató la madre a Catholic News Service, «sus brazos colgaban a su lado». Esta terrible experiencia contrastaba con la fuerte intuición que había recibido durante su gestación en la forma de un pensamiento recurrente: «Dios quiere que este niño exista», recuerda la mujer, quien esperaba que su hijo desempeñara una gran función para la vida y la Iglesia. «Nosotros no sabíamos, pero teníamos grandes esperanzas».
Durante 20 minutos los presentes trataron de reanimar al niño a través de primeros auxilios, mientras esperaban una ambulancia. Engstrom, en medio de su natural angustia, comenzó a orar e implorar la intercesión del Venerable Arzobispo sin poder emplear una oración compuesta. «Yo sólo me mantuve repitiendo su nombre una y otra vez en mi cabeza: Fulton Sheen, Fulton Sheen, Fulton Sheen», relató. «No sabía qué más hacer».
Cuando finalmente el niño llegó al hospital se confirmó una condición llamada disociación electromecánica del corazón, que intentaron tratar con dos inyecciones que no tuvieron éxito. Una enfermera que en un momento sostuvo uno de los pies del infante relató después a la madre: «Estaba muy fría, estaba muy fría. Era como el dicho ‘frío y muerto'». Un médico de los que atendía la emergencia propuso intentar cinco minutos más antes de declarar formalmente la muerte del niño «Si él hubiera sabido de los 40 minutos anteriores (antes de llegar al hospital) simplemente la hubiera declarado».
Cuando el equipo de médicos estaba por darse por vencido, el corazón del bebé comenzó a latir al ritmo normal y no falló desde entonces. En total, resume el comunicado de Mons. Jenky, «después de 61 minutos el niño fue restaurado a la vida completa y llevó a cabo una recuperación completa. El niño, hoy de tres años de edad, continúa con buena salud». James Fulton Engstrom lleva por este motivo el nombre del Arzobispo estadounidense a cuya intercesión su familia atribuye la curación.
Con información de Diócesis de Peoria y Catholic News Service.
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