Chicago (Sábado, 08-03-2014, Gaudium Press) El Arzobispo de Chicago, Cardenal Francis George, escribió una sentida declaración como parte de un artículo sobre el sentido de la Cuaresma publicado en el periódico arquidiocesano Catholic New World. Este tiempo lit?gico tiene un significado especial para el purpurado a causa del agravamiento de su estado de salud. «Si puedo hablar personalmente, esta Cuaresma me encuentra nuevamente en un estado pobre de salud», anunció el Arzobispo. «Mi cáncer, que había estado dormido por más de un año, (…) está mostrando lentamente signos de nueva actividad».
Cardenal Francis George, Arzobispo de Chicago, Estados Unidos. Foto: Arquidiócesis de Boston. |
El Cardenal explicó a continuación que se sometió a varios exámenes de diverso tipo y los médicos determinaron un tratamiento de quimioterapia con medicamentos «más agresivos» que los de su primer tratamiento. El purpurado recordó que la ocasión anterior pudo mantener su cronograma administrativo, con la salvedad de algunos eventos a los cuales no pudo asistir. «Mientras me preparo para esta siguiente ronda de quimioterapia, pido sus oraciones, las cuales siempre me han sostenido», solicitó el purpurado. El llamado a la oración por su salud recuerda aquel que realizó el Cardenal Timothy Dolan cuando el Arzobispo enfrentó la enfermedad en 2012 (ver noticia anterior).
El Card. George anticipó cualquier rumor sobre su retiro, aclarando que la decisión sobre su autoridad como Obispo está únicamente en manos del Papa Francisco. «Como lo requiere el Derecho Canónico, yo presenté mi renuncia dos años atrás (al llegar al límite de edad, n. del r.) y se me dijo que esperara hasta que escuchara del Santo Padre», explicó. «La consulta que el Papa hace a través del Nuncio Apostólico toma un buen número de meses, y no ha comenzado formalmente». Sin embargo, el diagnóstico recibido le permitió una debida preparación. «Es una forma difícil de la enfermedad, y muy probablemente será eventualmente la causa de mi muerte».
«Mientras tanto, la Cuaresma me da una oportunidad de evaluar no sólo mi vida de unión con el Señor sino también mi vida y mis acciones como Arzobispo de Chicago», comentó el purpurado. A continuación hizo un balance de su labor apostólica y agradeció a toda la comunidad católica por la cooperación en su ministerio y su servicio a Dios. La Cuaresma, afirmó, «trae la muerte y la Resurrección del Señor más insistentemente al horizonte de nuestras vidas», concluyó el Card. George. «Ante el Señor todos somos débiles y necesitados, pobres en quienes somos, ricos en Él. Agradecidos por nuestros llamados y alegres en esa pobreza que nos abre a la gracia de Dios, observemos la Cuaresma juntos en oración, penitencia y limosna. Que Dios los bendiga».
Con información de Catholic New World.
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