Córdoba (Sábado, 08-03-2014, Gaudium Press) La Catedral de Córdoba, España, es el centro de una controversia a causa de la decisión de la Junta de Andalucía de encargar un informe jurídico sobre la posibilidad de retirar la titularidad del templo a la Iglesia con el argumento de que se trata de un «bien de interés cultural, además de ser Patrimonio de la Humanidad». La propuesta desconoce la historia de la Catedral, que data del siglo VI y los títulos legales que amparan la Catedral como legítima propiedad de la Iglesia desde 1236.
Altar mayor de la Catedral de Córdoba. Foto: Javier Martin Espartosa. |
«Siendo yo Obispo de Córdoba, abrí un boquete en el suelo de la Mezquita-Catedral para que se viera la primitiva iglesia de San Vicente», relató a Canal Sur el hoy Arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo. La transformación de la que fue la segunda mezquita musulmana más grande del mundo en un templo católico fue producto de la reconquista de España en el siglo XII. La Basílica de San Vicente Mártir, construida alrededor del siglo VI ocupaba el lugar junto con otro edificios eclesiásticos. «Todo eso fue destruido por la invasión musulmana, allí se puso la Mezquita», recordó el Arzobispo.
Tras la expulsión de los invasores, la mezquita fue entregada a la Iglesia como restitución por la Basílica perdida y símbolo del retorno de la identidad cristiana al territorio. «Debajo de la mezquita actual hay todo un complejo episcopal con una Basílica dedicada a San Vicente Mártir, con una «domus episcopal» y su alcázar del obispo con una «scuola clericalis» precedente de lo que sería el seminario y con un servicio de caridad del obispo para atender a los pobres», relató Mons. Asenjo, para quien no cabe duda de la legitimidad de la titularidad de la Catedral por parte de la Iglesia.
Por su parte, el Cabildo Catedral de Córdoba publicó un comunicado de prensa el pasado 25 de febrero a causa de las declaraciones del portavoz de la Junta de Andalucía, Miguel Ángel Vázquez, sobre la titularidad del templo. «El Cabildo Catedral manifiesta su sorpresa por las afirmaciones que se realizan, ya que en su conjunto no se ajustan a la realidad y son contrarias a las normativas jurídicas vigentes», afirmó el documento. «Asimismo la Iglesia de Córdoba ha cuidado la misión que tiene encomendada en sus tres vertientes esenciales: el culto, la cultura y la caridad. Esta tarea la ha venido desarrollando a lo largo de casi ocho siglos, pública, pacífica e ininterrumpidamente a título de dueño».
El «dueño lexítimo»
«Desde el 29 de junio de 1236, el templo es Catedral» recordó la Diócesis de Córdoba en un artículo publicado el pasado 01 de marzo con motivo de la controversia. De varios documentos históricos reconocidos «se extrae claramente que el monarca castellano, Fernando III, entrega la propiedad de la Mezquita a la autoridad eclesiástica con pleno consentimiento. De hecho, era una práctica habitual realizada en otras ciudades como por ejemplo Toledo».
Para poder emplear el edificio en el culto divino se llevó a cabo «un rito que se recogía en el pontifical romano: purificación exterior, consagración del altar y celebración de la misa» describió el artículo. «Hasta tres veces el Obispo de Osma, Juan Domínguez, rodeó todo el muro exterior del templo esparciendo agua bendita. Ese mismo día, tras la consagración del altar, se dedicó el templo a la «onra de la bienaventurada Virgen María». Fue el mismo Obispo de Osma quién presidió la celebración de la misa». La entronización del Obispo de Córdoba, Mons. Lope de Fitero tuvo lugar el 20 de junio de 1239.
El propio Rey Fernando III, quien entregó la mezquita a la religión católica, reconoció la autoridad de la Iglesia sobre la Catedral al pedir al Papa Gregorio IX poder presentar a cuatro sacerdotes al rango de canónigos de la misma. Posteriormente el Rey Felipe IV proyectó la construcción de una Capilla Real en la Catedral de Córdoba y, en una de sus cartas se refiere al «reverendo en Christo Padre y Obispo de Cordova don Francisco de Alarcón, como dueño lexítimo de la fábrica de la dicha iglesia…», testimonio nada ambiguo del reconocimiento de la titularidad de la Catedral por parte del estado. «El Rey reconoce sin género de dudas que la propiedad de la Catedral», concluye el artículo.
Con información de Diócesis de Córdoba, Catedral de Córdoba e Infocatólica.
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