San Salvador (Martes, 30-06-2009, Gaudium Press) En rueda de prensa ofrecida el día de ayer el obispo auxiliar de San Salvador, Mons. Gregorio Rosa Chávez, afirmó que en «el momento traumático que vive la región» es necesario que se ore por la paz. La iglesia «desea que haya paz en los países, que haya estabilidad y que haya esperanza para los pobres» y afirmó que es su deseo «que las cosas se vayan normalizando a la mayor brevedad» en Honduras.
Relaciones difíciles previas al golpe militar
Durante los días previos al golpe militar, las relaciones entre el depuesto presidente Manuel Zelaya y miembros de la jerarquía católica no pasaban por su mejor momento. En declaraciones recogidas por el diario hondureño La Prensa el 26 de junio pasado, Mons. Darwin Andino, obispo auxiliar de Tegucigalpa, afirmó que Zelaya pretendió manipular a la Iglesia al decir que esta apoyaba la consulta con la cual se pretendía preguntar a los ciudadanos de ese país, si en las próximas elecciones generales del 29 de noviembre se debería instalar una cuarta urna para inquirir a los ciudadanos sobre la convocatoria de una Asamblea Constituyente que reformase la Carta Magna.
El prelado había afirmado que la Iglesia apoya consultar al pueblo, porque es un derecho democrático, pero «no quiere decir que estamos apoyando al Presidente en esta consulta, porque si vemos todo el proceso, no se ha apegado a la ley». «Decir que la Iglesia Católica apoya todo esto es querer manipular la Iglesia. Y dentro de esta Iglesia yo soy obispo y soy auxiliar de Tegucigalpa y no puedo permitir que digan que yo como obispo apoyo algo ilegal. El cristiano no apoya nada ilegal. El cristiano tiene que apoyar lo legítimo», enfatizó Mons. Andino en un medio radial, según publica La Prensa.
El prelado había comparado el proceso hondureño con lo ocurrido en otras naciones de América Latina: «Habría que verlo. Yo no miro claro el panorama, porque lo que se ha dado en Venezuela se está dando en Honduras, se dio en Bolivia y en Ecuador. Yo aquí en todo miro la mano del presidente venezolano Hugo Chávez y el país no se puede entregar al chavismo ni a nadie, pues queremos seguir siendo libres e independientes», dijo el clérigo.
Declaraciones del Canciller de la Arquidiócesis de Tegucigalpa
Por su parte, el Canciller de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, padre Carlomagno Núñez, en declaraciones emitidas el 13 de junio pasado, recomendaba que el dinero que el gobierno estaba empleando para realizar la fallida consulta del domingo pasado fuera empleado en mejorar el sistema de salud, la infraestructura vial, la educación y la seguridad, según publicaba el capitalino diario El Heraldo.
Asimismo el sacerdote apuntaba la división en que se sumergía el país: «Se pelean los tres poderes del Estado, no nos ponemos de acuerdo en cómo se va a gobernar este país, es un desorden público, donde cada quien lleva agua para su molino, cada quien es dueño de la verdad, no trabajamos en unidad, por unir a Honduras, sino que cada día la vamos dividiendo». «Esa división muchas veces es la que se quiere juzgar a través de estas consignas, caprichos o no sé cómo llamarles. Esto debe parar, los políticos deben pensar en Honduras y no servirse de Honduras», dijo.
Comunicado de la 2da. Asamblea de la Conferencia Episcopal
Ya el día 19 de junio pasado, al finalizar la segunda Asamblea anual de la Conferencia Episcopal Hondureña, los obispos del país centroamericano advirtieron a la nación sobre la polarización que se estaba produciendo entre los distintos estamentos del país. «La coyuntura política que se ha producido por las elecciones internas en los partidos políticos, la elección de la Corte Suprema de Justicia, el nombramiento del Fiscal General de la República, los rumores de golpe de Estado y los preparativos para la encuesta sobre una cuarta urna, han producido en nosotros honda preocupación por las divisiones y la polarización de fuerzas que cada día se agudizan en nuestra sociedad», afirmaba el comunicado oficial de la Asamblea.
El comunicado concluía con un llamado de los obispos «a los tres poderes del Estado, a las Instituciones dependientes y, en especial, a las Fuerzas Armadas, que garanticen la transparencia, organización y buena marcha de las próximas elecciones para que se conviertan en una demostración de convivencia pacífica y de respeto a la Constitución tal como lo desea el pueblo hondureño».
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