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Dublin (Lunes, 17-03-2014, Gaudium Press) La fiesta de San Patricio, Patrono de Irlanda, es una de las más grandes celebraciones de ese país, y se ha extendido progresivamente alrededor del mundo gracias a los emigrantes irlandeses en muchas naciones. Mientras propios y extraños celebran de una forma colorida la tradicional fiesta (empleando atuendos de color verde y con símbolos nacionales de diverso tipo), los Obispos de Irlanda recordaron el carácter sagrado de la festividad y aconsejaron sobre la forma de celebrarla: «Como el Día de San Patricio es un día santo de precepto para los católicos en Irlanda, La mejor manera de rendirle homenaje es asistir a la Eucaristía».
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| San Patricio, vitral en la Iglesia de Nuestra Señora, Estrella del Mar, y San Patricio, en Goleen, Irlanda. Foto: Andreas Franz Borchert. |
«Oramos a través de la intercesión de nuestro patrono nacional, San Patricio, por la fe y el bienestar del pueblo de Irlanda», afirmaron los prelados en una declaración publicada en la fiesta del Santo, 17 de marzo. «San Patricio fue llamado a servir y traer a Dios a un pueblo lejos de su tierra natal». El Santo nació en Escocia cerca del año 387, y llegó a la isla de Irlanda tras ser vendido como esclavo, durante su cautividad se convirtió al Cristianismo. Sólo seis años después pudo huir y regresar a su tierra, donde se hizo sacerdote. Una vez asumida esta vocación, dedicó su vida a la evangelización de Irlanda, hasta entonces dominada por la influencia de los druidas.
La fiesta de San Patricio, incluso cuando se celebra de forma no religiosa, conserva signos de una fuerte tradición católica. Figuras que hoy identifican la cultura irlandesa en el mundo corresponden a la tradición sobre la vida del Santo. El trébol, hoy símbolo nacional, fue empleado por el Santo Obispo para explicar la Santísima Trinidad, tres Personas y un solo Dios verdadero. Las tradiciones culturales irlandesas dan cuenta de numerosos milagros atribuidos a San Patricio y relatos de sus enfrentamientos doctrinales con los druidas.
Los Obispos también comentaron la situación actual a la luz de la Solemnidad. «En 2014 celebramos nuestra fiesta del Santo nacional en medio de una recesión económica que ha resultado el el sufrimiento doméstico a través de Irlanda para muchos individuos y familias debido a laa presión del desempleo y la emigración», afirmaron los prelados. «Como las penalidades de San Patricio, él mismo un emigrante, han sido enfrentadas por muchos irlandeses que han luchado para vivir e integrarse en nuevas culturas, motivamos a todos los fieles a orar por los migrantes en el país y el extranjero», concluyeron, «ya que muchos enfrentan desafíos surgidos del desplazamiento y la pobreza».
Con información de Catholic Culture.
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