Ciudad del Vaticano (Martes, 30-06-2009, Gaudium Press) Arqueólogos de la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra descubrieron en la semana pasada, durante un trabajo de restauración en las catacumbas de Santa Tecla, en la vía Ostiense, en Roma, aquella que debe ser la más antigua representación pictórica de San Pablo.
El láser usado por los especialistas durante la restauración del local habría revelado la faz austera y bien reconocible de San Pablo. El rostro, envuelto por un resplandeciente círculo amarillo oro y rojo, data, según los arqueólogos, del siglo IV o V. Además de estudios de los trazados, es llevado en consideración también la importancia de Pablo en la época, en la conversión de los últimos paganos al cristianismo.
Los responsables por la Pontificia Comisión de Arqueología Sacra acudieron rápidamente al sitio arqueológico en el día de la descubierta para verificar la imagen recién revelada. Además de San Pablo fueron reconocidos también otros rostros, de Cristo, San Pedro y probablemente de otros dos apóstoles. Ninguna de las imágenes, sin embargo, sería tan antigua cuanto la representación paulina.
Sarcófago
Tampoco está encerrado el debate sobre la tumba de San Pablo. El Santo Padre, en la homilía de la misa por el cierre del Año Paulino, en este domingo, aseguró que el sarcófago bajo el altar de la Basílica de San Pablo Extramuros contiene verdaderos huesos del «apóstol de las gentes». Especialistas todavía estudian la viabilidad de excavaciones.
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