Madrid (Martes, 18-03-2014, Gaudium Press) Jesús Poveda es una personalidad en España. Psiquiatra y profesor de Psicología Médica en la Universidad Autónoma de Madrid, es fundador de Jóvenes Pro-Vida y presidente de Pro-Vida Madrid, además de socio fundador del Centro de Acogida «Entrevías», y miembro de la Asociación de Psicooncología de la Comunidad de Madrid y de la Asociación Española de Bioética.
Jesús Poveda – Foto: opusdeivalladolid.org |
En una interesante entrevista con el filólogo Jordi Picazo, de Religión en Libertad, Poveda habló sobre diversos temas como su vida, sus luchas, la lucha por la vida y contra el aborto, el proyecto de ley sobre aborto que hace curso en España, y otros. A continuación la trascripción de la entrevista:
– ¿Cómo llegó Jesús Poveda a ser un personaje público?
– En el curso 82-83, cuando se estaba debatiendo en España la cuestión del aborto, yo estaba rotando precisamente por el Servicio de Ginecología de La Paz, que es una maternidad de referencia mundial. Veía los esfuerzos de los ginecólogos por sacar adelante los embarazos difíciles. Veía también la dureza de la naturaleza, que produce un 10 o 15% de abortos espontáneos.
Fue precisamente haciendo un legrado tras un aborto espontáneo cuando tomé conciencia de que los no-nacidos no se van a defender. Ellos no van a poder hacer campañas, no van a poder hacer pancartas. Y me propuse ser, un poco, la voz de los no-nacidos. Y sigo en ello, y además encantado.
– ¿Qué actividad provida es prioritaria estos días?
– Ahora todo el movimiento Provida está encaminado al famoso 23 de marzo en Madrid, con su Marcha por la Vida. Desde hace años, a nivel mundial se eligió el 25 de marzo como Día Internacional de la Vida, precisamente el día de la Anunciación y de la Encarnación, nueve meses antes de Navidad. Durante el fin de semana más cercano (este año cae en domingo 23), se hacen marchas y manifestaciones y semanas de la vida en muchas ciudades españolas.
– ¿Qué proyectos a medio o largo plazo tiene usted entre manos?
– Tenemos la Escuela de Rescatadores. Es ese asesoramiento a las personas que acuden a abortar a un establecimiento abortista, y puedo decir que esta iniciativa, que se puso en marcha hace más de cuatro años, ha ayudado a más de mil mujeres. Hay una voluntad firme de ayuda, y respeto a la decisión de la mujer; y solamente con esos dos ingredientes y estando en la puerta de establecimientos abortistas hemos podido ayudar a más de mil persones. Mi proyecto es generalizar la Escuela de Rescate a todos los lugares de España donde hay un establecimiento abortista.
– Usted, como psiquiatra, ¿qué piensa de la justificación del «riesgo para la salud psíquica» para abortar?
– Padecer una sintomatología no te convierte en un enfermo psiquiátrico. Es como si una persona tiene fiebre y le llaman «el febril». La reforma del aborto en España ahora revisa los trágicos treinta años pasados. Todos sabemos -especialmente los que estamos en el ámbito de la psicología y de la psiquiatría- que el gran coladero para los abortos ha sido precisamente el aborto por salud mental. El ministro Alberto Ruiz Gallardón en su legislación dice: «seamos estrictos porque aquí está habiendo un gran coladero.» Me parece lógico porque el embarazo no es una enfermedad y menos una enfermedad mental. Respecto a los políticos y sus patologías basta ver libros de historia: ha habido muchas megalomanías, muchas personas con complejo de inferioridad…
– ¿Por qué en la prensa en España y en su debate público hay tanto apoyo al aborto?
– Una cosa es lo que se llama la opinión pública y otra la opinión publicada. Hay unos intereses en la opinión publicada. Que en El País haya un día sí y otro también algo ridiculizando a la Iglesia por defender el tema del aborto forma parte de la ideología de ese medio de comunicación. Me parece que las redes sociales se ajustan mucho más a la realidad social. En 15 días en España se han recogido 220.000 firmas pidiendo al rey de Bélgica que emule a su tío y que no firme la ley de la eutanasia infantil. Eso es opinión pública, aunque no salga publicada.
– ¿Cómo ve las ayudas a embarazadas y madres en España?
– No hay apenas ayudas. En la España de 2014 una mujer embarazada que lleva a término su embarazo es una heroína. Y ser padre de esa mujer es ser un superhéroe. Ahora mismo ser padre es una heroicidad y ser abuelo es una súper heroicidad. Tenemos deudas, nos pesa más el pasado que el futuro, pero un hijo, una embarazada, son el futuro. Hay que dar mucha más ayuda a las mujeres, no necesariamente económica sino social: facilitar los transportes, facilitar la educación, facilitar la alimentación… Hoy no hay una red asistencial a las mujeres, algo que es absolutamente necesario. Incluso con la ayuda de Zapatero de unos euros para la embarazada hubo un repunte demográfico; o incluso con el coste de los pisos se está viendo ahora que ha habido una bajada demográfica. Vemos que todo conecta: ¿cómo no va a conectar ese ecosistema tan delicado que es el de la mujer embarazada?
– ¿Cómo ve usted la reforma del aborto del ministro Gallardón?
– Veo tres cosas correctas en ella.
La primera: que no presenta el aborto como un derecho. Un aborto es un delito.
La segunda: que ve que la víctima no solamente es el abortado sino también la mujer. Llevo 30 años ayudando a mujeres embarazadas y me consta que muchas de las mujeres que han abortado tienen, además del problema de la intervención en sí, el problema de que ellas saben que han hecho eso, que recae sobre su conciencia y sobre su biografía.
La tercera cosa: da derechos al no-nacido, algo que ya pedía el Tribunal Constitucional. Un problema de la ley Gallardón es que se ha hecho sin los médicos que estamos en el día a día con las mujeres. En Texas es obligatorio escuchar el latido fetal y ver la ecografía fetal. Solo eso ya ha disminuido el número de abortos. El conocimiento de las cosas te hace más libre.
– ¿Alguna otra ventaja de esta reforma?
– Ya ha conseguido algo que nadie tenía previsto: sólo el hecho de que haya un borrador de ley ya ha disminuido el número de abortos en España. A mí me parece significativo que hace un mes hicieran un ERE en el establecimiento abortista más importante en España, que es la clínica DATOR, donde han tenido que reducir la plantilla. Cuando se habla del aborto se hacen menos abortos.
– ¿Puede ser que Gallardón tenga miedo a los médicos, que piense que están en su contra?
– Repitamos: una cosa es la opinión pública y otra la opinión publicada. El 98% de los abortos en España se hacen en clínicas privadas especializadas. Para el resto del mundo médico, el aborto es un gran fracaso. Los buenos catedráticos de ginecología no hacen nunca abortos. Eso de que los médicos de la sanidad pública defienden el aborto es una bomba de humo que han lanzado. Sí es cierto que una reunión de la Organización Médica Colegial ha definido unas directrices opuestas a las de la asamblea anterior. A mí y a otros profesores nos recuerda el famoso tema del manual DSM-IV: cuando el manual aceptó la homosexualidad fue por razones ajenas a la ciencia o la salud. Al parecer, un familiar del presidente de aquella organización tenía problemas de ese tipo. Hablar con los médicos es bueno. Yo soy muy partidario del diálogo, quizás porque me dedico a la psicoterapia donde el diálogo es muy importante.
– ¿Veremos legislado el aborto post parto? Ya se mata a los bebés que sobreviven a un aborto…
– El aborto post parto, en el tercer trimestre, es muy polémico. En muchas ocasiones tiene que haber una rotura a nivel cervical para extraer las piezas del feto. También se hacen abortos por cesárea, lo que es mucho más duro. No es que lo saques muerto después de haberle troceado, sino que lo que haces es que lo sacas vivo y después lo ahogas. ¡Son como distintas habitaciones de la misma cámara de los horrores!
– ¿La defensa de la vida es cosa exclusiva de católicos o de derechas?
– Nada más cruzar los Pirineos te encuentras con Marion Le Pen, política del Frente Nacional, que es totalmente partidaria del aborto. No veo que tenga que ver mucho con la derecha o con la izquierda. Hay muchas personas relacionados con movimientos ecologistas que defienden la vida del no-nacido. Se asocia a la Iglesia Católica porque uno de sus valores es la vida del concebido y no-nacido. Si la Iglesia aceptara el aborto tendría que quitar la fiesta de la Inmaculada Concepción (¿qué es eso de la concepción?), la Encarnación, (¿qué es eso de llamarse Encarna?), san Ramón Nonato, la Visitación, donde San Juan se mueve porque está Jesús en el vientre de María que viene a visitar a Isabel… Así que para la Iglesia Católica el no-nacido ocupa un papel muy importante. Pero no es solo una cosa de católicos.
– ¿La defensa de la vida es una verdad objetiva?
– La verdad es la adecuación entre el conocimiento y la realidad. Hoy la ignorancia no sólo es atrevida sino que incluso es estimulada. Me río mucho cuando la gente dice que no hay verdades absolutas. Dicen algo absolutamente estúpido: que solamente su verdad no absoluta es verdadera. La verdad es lo que realmente te hace libre.
– ¿Está la ONU luchando contra la vida y la familia?
– Sí, pero es mucho más sutil. En el año 94 tuve la suerte de estar en el Congreso de Cooperación y Desarrollo que se organizó en El Cairo. El subtitular era: «que no nos pueblen y que no se desarrollen». Como familia valía todo: hasta un hombre con un animal. El aborto era un método más de control de la natalidad. Ya en ese congreso se vio que la ONU apuntaba maneras. Había una reunión para preparar el siguiente congreso, el de Pekín, y fui expulsado de ella ¡por el hecho de ser hombre!
– ¿Cómo mejorar la formación de los alumnos universitarios en valores?
– El Plan Bolonia ha venido precisamente a darnos la razón a los que de un modo pionero queríamos implicar a los alumnos en el proceso de aprendizaje. Qué mayor implicación que seguir el método del caso, desde que la madre está embarazada. Las promociones que han hecho nuestra asignatura «Observación Integral del Desarrollo Humano», durante el primer año de vida ya tenían un contacto con la clínica, que era el contacto con la madre embarazada, y empezaban a darse cuenta de un tema que ahora se ha vuelto a poner muy de moda por el debate de la ley Gallardón, que es que ven que el no-nacido también es un paciente. Y luego ven al no-nacido en el contexto de la madre, en el contexto de la familia, y en el contexto de la sociedad. Es una asignatura que además ha sido premiada por innovación docente por los rectores de otras univerdidades, por el proceso interactivo del profesor-alumno, además de por una visión integral; porque a veces los dermatólogos explican muy bien la piel pero no explican lo que hay debajo de la piel y en cambio en esta asignatura se complementa el departamento de psiquiatría con el departamento de ginecología y con el departamento de pediatría.
Con información de Religion en Libertad
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