Shanghai (Sábado, 22-03-2014, Gaudium Press) Desafiando la prohibición estatal, cerca de 5000 católicos, entre quienes se encontraban 70 sacerdotes de las comunidades católicas subterránea y abierta, se despidieron del Obispo de Shanghai, recientemente fallecido (ver noticia anterior), llamándolo «Obispo» en varias oportunidades. Mons. Joseph Fan Zhongliang nunca pudo ejercer plenamente su ministerio por disposición gubernamental y mantiene retenido a quien sería su sucesor, el Obispo coadjutor de Shanghai, Mons. Thaddeus Ma Daqin.
Celebración de la Eucaristía por Mons. Joseph Fan Zhongliang, Obispo de Shanghai. Foto: Asia News. |
La Eucaristía exequial fue presidida por el P. Zhu Yude, quien también ejerce su ministerio de manera clandestina por su obediencia a Mons. Fan. Los 70 concelebrantes vistieron ornamentos litúrgicos rojos, los empleados para conmemorar el martirio, como reconocimiento de los 20 años de prisión y posterior detención domiciliaria del prelado fallecido. Según fuentes locales contactadas por Asia News, una estrecha vigilancia previno la asistencia de Mons. Thaddeus Ma Daqin, cuya presencia fue esperada por los fieles y sacerdotes hasta el último momento.
En la Plegaria Eucarística, los sacerdotes oraron por «nuestro Obispo Thaddeus», reconociendo la legítima autoridad del prelado retenido y desafiando nuevamente las políticas de las autoridades, quienes despojaron a Mons. Ma Daqin de cualquier signo externo de su autoridad episcopal. Por disposición gubernamental, en el funeral fue reemplazada la palabra «Obispo» por la palabra «Pastor» en todos los impresos alusivos a Mons. Fan Zhongliang. Sin embargo este título fue pronunciado oralmente a lo largo de la ceremonia.
La cantidad de fieles asistentes obligó a la instalación de una pantalla fuera de la funeraria desde donde los católicos siguieron la liturgia. Después de la Eucaristía, de unas dos horas de duración, los fieles pasaron uno a uno a despedirse de su Obispo y se les repartió pan y agua para que soportaran la larga jornada. En la Eucaristía se vivió un ambiente de extraordinaria convivencia entre los sacerdotes de la comunidad subterránea (que no reconocen las disposiciones estatales sobre la Iglesia y deben ejercer en la clandestinidad) y los de la comunidad abierta (que debe tolerar graves restricciones a la libertad religiosa para mantener su derecho a hacer apostolado). Según uno de los sacerdotes «subterráneos», ambos sectores se reconciliaron y concelebraron la Eucaristía con la esperanza de que un día la Iglesia de China pueda estar unida.
El cuerpo del prelado no pudo ser enterrado en la Catedral de Shanghai,como corresponde a uno de sus obispos, y fue llevado a un cementerio en el área del Seminario de Sheshan, en las proximidades del más importante Santuario Mariano de la región. El terreno empleado para su sepultura fue adquirido con este fin por católicos locales.
Con información de Asia News.
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