Tijuana (Martes, 25-03-2014, Gaudium Press) Unos treinta mil católicos acompañaron al Arzobispo de Tijuana, México, Mons. Rafael Romo Muñoz en la XIV Marcha por la Vida, la Paz y la Familia por las calles de la ciudad. Bajo el lema de «Un canto a la vida construyendo la paz», la Iglesia recordó el carácter fundamental de la familia en la sociedad y animó el respeto de la vida humana sin excepciones como un paso esencial en la búsqueda de la paz.
Mons. Rafael Romo Muñoz, Arzobispo de Tijuana, México, en cabezó la multitudinaria Marcha por la Vida, la Paz y la Familia. Fotos: Arquidiócesis de Tijuana. |
«Nos reunimos con una actitud gozosa, de fiesta, lo captamos al mirar cómo se van añadiendo muchos en el camino», celebró el Arzobispo. «Qué alegría ver las familias que se unen a nuestro caminar, se nos van añadiendo trayendo consigo sus carriolas con bebés, indudablemente que se trata de una fiesta, una fiesta que tiene su origen en Dios, es Dios quien nos da la vida y nos une».
El evento, que se realizó el pasado 23 de marzo, conmemora el valor de la vida desde la concepción y busca enviar un mensaje de respeto de la vida también en el contexto de la violencia y la delincuencia que preocupan gravemente a la Iglesia en el país. «La vida es valiosa, debemos estar agradecidos con Dios», destacó Mons. Romo en su invitación previa a la marcha. «Naturalmente empieza desde el vientre materno. Por lo tanto la vida en gestación…la vida merece vivirse y vivirse en paz, y naturalmente la vida que merece vivirse nace de la familia».
«Nuestra invitación es a reconocer el valor primigenio de la familia como se origina en Dios, y cómo el auténtico desarrollo por la paz y la justicia solamente se obtienen a través de la familia, por lo que necesitamos protegerla, cultivarla, motivarla, defenderla» explicó durante la marcha Mons. Romo. «Cantamos a la familia porque en ella es donde se vive, cantamos a la paz que es el motivo de esta marcha, cantamos pues a la vida en la que buscamos del desarrollo integral de la persona humana en tranquilidad y comunión».
La marcha comenzó a las nueve de la mañana y culminó con una Eucaristía Solemne presidida por el Arzobispo, que comenzó cerca de las 11:30 a.m.. Sobre el impacto del multitudinario evento, el Jefe Eclesial de Pastoral Educativa, Padre Benigno Medrano Flores, señaló que la marcha «ha tenido un impacto comunitario, un impacto social que ayuda a unirnos como comunidad para resaltar estos valores y vivirlos. Esperamos que esto vaya creando más incidencia en la comunidad, sobre todo la vivencia de los valores».
Con información de Arquidiócesis de Tijuana.
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