Lahore (Viernes, 28-03-2014, Gaudium Press) Contrario a las esperanzas de los cristianos de Pakistán, esta semana significó un nuevo retroceso en el respeto de la libertad religiosa en el país. Un nuevo creyente cristiano fue condenado a muerte bajo un supuesto delito de blasfemia y el esperado juicio en el cual se pretendía demostrar la inocencia de Asia Bibi fue nuevamente pospuesto por la ausencia del acusador. Ante los acontecimientos, los católicos en la ciudad de Lahore organizaron una jornada penitencial de ayuno y oración para suplicar a Dios la libertad de practicar sin temores su fe.
Los católicos en Pakistán imploran a Dios un cambio en las difíciles condiciones para la práctica de su fe. Foto: Richard Donley. |
«A pesar de que somos los ciudadanos más vulnerables de Pakistán, oramos por la justicia y los derechos humanos de todas las minorías», explicó a Fides el P. Inayat Bernard, uno de los promotores de la jornada. Al encuentro de oración se unieron sacerdotes, seminaristas y laicos, quienes se congregaron en el Seminario Menor de Santa María, en Lahore el presente 28 de marzo. Durante el evento se realizan oraciones, himnos e invocaciones a Dios, y se comparten testimonios de las difíciles condiciones en medio de las cuales los cristianos practican su fe.
La oración es la esperanza de una comunidad consternada por la reciente condena a muerte de Sawan Masih, quien el pasado 27 de marzo fue hallado culpable de un supuesto delito de blasfemia. La denuncia, presentada hace un año por parte de un barbero con quien Masih había discutido por no prestarle el servicio por ser cristiano, motivó no sólo el proceso legal y la posterior condena a muerte, sino un terrible ataque a la comunidad cristiana. En esa oportunidad, más de 100 hogares cristianos fueron incendiados en la llamada Colonia de José y se causaron heridas a por lo menos 35 personas (ver noticia anterior).
Las acciones en contra de la población cristiana quedaron impunes. «Las autoridades intervinieron sólo cuando todo ya estaba destruido», denunció en su momento Salamat Masih, residente de la colonia. De manera opuesta, el proceso del acusado de blasfemia continuó y aunque Masih negó haberse referido a Mahoma y se señalaron inconsistencias en los testimonios, el hombre fue declarado culpable. «Hay dos versiones paralelas», denunció un miembro de la defensa a la Agencia Fides: «los testigos citados en la primera versión son diferentes de los registrados en la ‘declaración suplementaria’, presentada ocho días después de los hechos. Sólo entonces se introdujeron, de manera deshonesta, observaciones sobre las presuntas frases de naturaleza blasfema».
La noticia se sumó a una nueva manobria dilatoria en el proceso de apelación de Asia Bibi, una madre católica acusada de blasfemia que esperaba poder demostrar su inocencia el pasado 26 de marzo (ver noticia anterior). Tras dos audiencias fallidas que tuvieron que ser aplazada por la ausencia de los jueces, el acusador no se presentó, motivando una nueva citación. Asia Bibi ha esperado durante cuatro años que se demuestre su inocencia, mientras permanece en la cárcel con la constante amenaza del cumplimiento de su sentencia.
Los cristianos de Lahore afirmaron sentirse «tristes, impotentes y con gran amargura» y las leyes de blasfemia, que potencian graves abusos y discriminaciones, continúan siendo un serio obstáculo para la protección de la libertad religiosa.
Con información de Agencia Fides.
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